Es un espacio único que derrocha personalidad. Uno de esos lugares auténticos que nos trasladan a épocas pasadas. Un bar de los años 60 que conserva toda su esencia. Cuatro madrileños enamorados de su ciudad. Una carta donde prima la calidad y el mimo junto a una cocina muy casera, y una variada oferta cultural. Son los ingredientes de CASA FILETE, una apuesta por el Madrid auténtico en uno de sus barrios más castizos.

 

SOLERA A RAUDALES

CASA FILETE invita a compartir. A degustar. A sentir. Es un local con solera que nos lleva a un viaje por el tiempo. Aquellos tiempos donde las abuelas nos preparaban un filete ruso, unos huevos de corral fritos con jamón o unas croquetas. Rememorando épocas pasadas, el antiguo BAR RECIO abre de nuevo sus puertas para ofrecer una carta muy cañí. Chema García nos cuenta que pretenden “recuperar esa esencia de barrio que se está perdiendo. Con este objetivo nace CASA FILETE. Llevaba tiempo buscando algo diferente. Después de 14 años al frente del conocido NASTI me fui a Berlín a arrancar un nuevo proyecto. Cuando regresé a España decidí crear un lugar de reunión diferente, un espacio para todos los públicos a la antigua usanza”. Chema no está solo en esta andadura. “Me acompaña la que fuera durante años mi mano derecha en la época del NASTI, Laura Martínez. Ella plasma su pasión por el arte en este lugar. Y eso se transmite en cada una de las exposiciones que cuelgan de las paredes teñidas del sabor de otra época”. De la combinación de la “gastronomía más nuestra, el arte y el bar madrileño de siempre” nace algo único: CASA FILETE. Laura y Chema son los artífices de este proyecto junto a Fernando Peña. Juntos han conseguido dar vida de nuevo a este local tan singular. “El nombre nos gusta porque es muy clásico, muy de barrio. Y refleja claramente lo que queremos transmitir a nuestros clientes: una cocina de toda la vida con la mejor materia prima”. Insisten en que “queremos recuperar el sabor del bar madrileño de siempre. Hemos llegado para cubrir un hueco y reivindicar los bares a los que íbamos con nuestros padres de pequeños. Aquellos sitios donde familias y amigos se reunían durante horas para disfrutar de una buena compañía y una carta no muy extensa de una calidad excelente”. Chema encontró el bar “por casualidad. Iba paseando por la calle San Bernardino cuando en el número 15 me encontré con este establecimiento único ya cerrado”.  Unos meses después abre FILETE RUSO, “un lugar de los de antes en el Madrid de ahora que ha sabido mantener toda la personalidad”. Después de la gran acogida, este espacio se transforma en CASA FILETE. Misma carta, misma calidad, misma esencia. Solo cambia el nombre.

 

UN FILETE RUSO A LO MADRILEÑO

Es un lugar con mucha historia que conserva y transmite todas sus raíces. El cartel que desde los años 60 había estado en la puerta del local se mantiene ahora en su interior para recordarnos “que es un bar con solera y mucha personalidad”. Miguel Moreno es el cocinero. Su cocina llega a Madrid después de 10 años en los fogones de Italia y Reino Unido. El encargado de dar vida a los platos nos cuenta que “se trata de una carta poco variada en la que hemos optado por la calidad”. El nombre de este espacio tan singular nos dice por sí mismo cuál es el plato estrella. “Lo que más triunfa es el filete ruso que se puede elegir con varias salsas elaboradas en nuestra cocina: tomate, queso curado y mostaza. Tal es su éxito que hemos decidido integrarlo todos los días en el menú. Además es posible degustarlo como un plato vegetariano basado en soja texturizada. Lo conocí en Londres y ahora lo he aplicado a nuestra especialidad. Entre los vegetales fijos: puerro y calabacín. El resto depende de la época del año”. Otro de los imprescindibles, “las croquetas de cocido o pollo y jamón. Para volver a los sabores de siempre nos abastecemos de las tiendas del barrio y del vecino mercado de Los Mostenses. Todas las mañanas me doy una vuelta por los variados y suculentos puestos, aunque tenga el menú elaborado me sirve para coger alguna idea y seguir creando. Es un control muy descontrolado. Jugamos con la cocina sin perder la esencia dando lugar a una carta tradicional y a la vez única. Se lo debíamos a este sitio”. Y en un lugar castizo no podían faltar los “huevos rotos con cecina, jamón o chistorra. Las patatas quedan muy pochadas y con un sabor de antaño que nos encanta”. Mención aparte merecen el resto de las carnes. “Realmente exquisitas y jugosas como el secreto con mojo picón y las tiras de asado y chimichurri. Y para acompañar, una ración de hummus, tomate aliñado, patatas bravas o ensaladilla”. Precisamente la ensaladilla es otra apuesta segura. “Ahora estamos investigando este plato tal como lo preparan en la zona de Murcia, donde entre los ingredientes están los encurtidos y juegan con el vinagre». El bacalao es otro de los productos más aclamados. “Tiene una gran aceptación la ensalada de bacalao o las tortillas. Estamos ante un producto muy de Madrid que también hemos querido meter en la carta”. Una carta que reivindica desde el primer plato la parte más castiza de la gastronomía.

 

LOS MIÉRCOLES: COCIDO

De martes a viernes a mediodía, el menú triunfa: “Cada mañana ofrecemos los platos del día en las redes sociales. Así nuestros comensales pueden ir pensando por lo qué se van a decantar. Chile con carne, crema de calabaza, espinacas con garbanzos, crujiente de pimiento rojo, queso feta y oliva o lentejas con chistorra son algunos de los platos que integran el menú diario, aunque sin duda, el más cotizado es el cocido”. El miércoles es el gran día. El más madrileño. El chef nos cuenta: “Me enseñó a cocinarlo mi madre y no me atrevería a preparar un cocido de una forma diferente a la que me inculcó ella. Nuestro objetivo es mantener las cosas de toda la vida”. Una filosofía que se mantiene también en los postres. “Hoy la recomendación para terminar la comida es un buen bizcocho de yogur. Casero, por supuesto” Aquellos que lo prefieran pueden disfrutar el plato del día, que “varía según la estación. Callos, sardinas en verano, bocadillo de calamares, huevos con chistorra. Y los domingos: ¡patatas revolconas o migas a la castellana!” Chema evoca sus mejores recuerdos: “de pequeño iba los domingos con mis padres a disfrutar de esta receta de siempre, por lo que su sabor me lleva de nuevo a los bares de mi niñez”.

 

VERMUTEO DE PURA CEPA

El vermut de grifo es otro de los grandes atractivos de CASA FILETE. “Elegimos un madrileño de pura cepa. Nos decantamos por ZECCHINI porque su elaboración y crianza de vermuts son sinónimo de calidad”. Un producto inigualable que se convierte en el mejor maridaje para los platos más castizos. Entre las cervezas, “la preferida en esta barra es la madrileña Mahou. Los menos convencionales pueden degustar la lager Brutus, una cerveza artesana que cobra vida en Alemania, concretamente en Baviera. Esta lager fermentada en procesos de baja temperatura se elabora en una de las fábricas de cerveza más antiguas del mundo. Llega directamente desde Alemania al corazón de Madrid para satisfacer a nuestros clientes más cerveceros». Por su parte, la carta de vinos “es escueta pero segura. Hemos escogido lo mejor de cada casa. Tenemos D.O. Ribera del Duero, D.O. Rioja y Toro. Entre los blancos no pueden faltar Barbadilloverdejos y albariños”.

 

PERSONALIDAD Y MUCHO CARÁCTER

CASA FILETE derrocha carácter en cada rincón. “La barra, los azulejos, el techo e incluso el cartel de servicios lo hemos dejado en el mismo sitio. Nos parecía que era la mejor manera de respetar y mantener la historia de un local que ha respirado la vida de Madrid durante más de medio siglo”. Y añaden: “Esa personalidad la fusionamos con una enorme oferta cultural. En sus paredes podemos ver muestras que varían cada cierto tiempo. Se trata de artistas que en muchas ocasiones vienen al local para ofrecer su obra. Tenemos muestras cerradas hasta el próximo verano. También se proyectan cortos e incluso es posible disfrutar de conciertos. En estos meses nos hemos atrevido hasta con un acústico que por cierto, resultó todo un éxito”. Este concepto de local atrae a todo tipo de clientes “desde familias que vienen con sus hijos a tomar el vermut hasta personas del barrio que solían frecuentar el Bar Recio o gente joven a la que le gusta disfrutar de una buena conversación entre amigos”. Es el antiguo BAR RECIO. Hoy CASA FILETE. Un bar de ayer, de hoy y de siempre. Un lugar con principios. Un viaje por el tiempo en el corazón de Madrid.

 

GALERÍA

 

 

Fotografía de Borja Gómez

CASA FILETE.

C/ San Bernardino nº15

28015 MADRID

Phone:910277554

Horarios: M-D 12:00 a 16.30/ 19.00 a 01.00/ Lunes cerrado

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