El encanto de este bar no admite diminutivos. GONZALÍN es un espacio donde la estética es un imán de atracción  Detrás de ese punto aparece una cocina muy especial. Elaboraciones de toda la vida; propuestas sabrosas y honestas con todo el atractivo de lo tradicional . En GONZALÍN no hay horarios. Siempre están disponibles. Desde un jugoso desayuno a una comida casera; meriendas con estilo; afterworks animados o cenas divertidas. Un bar de toda la vida. Un BAR A SECAS con todo el mensaje que ese apellido contiene. Es la vuelta a los gustos, a los sabores y a las sensaciones de siempre. Un placer.

ELEGANCIA Y AUTENTICIDAD

GONZALÍN «BAR A SECAS», guarda todas las esencias de un bar de toda la vida donde como tiene que ser “la comida es casera, todo es muy sencillo pero de buena calidad y está muy rico”. Un bar de siempre donde la estética seduce desde el primer momento. En GONZALíN se ha potenciado al máximo y con exquisito gusto el encanto de la simplicidad. El bilbaíno Alvaro Unzurrunzaga ha impulsado este elegante proyecto cuidando hasta el más mínimo detalle: “Básicamente lo que queríamos montar era un bar de toda la vida, pero con rollo, dandole importancia a lo que tiene hoy en día mucha importancia: la decoración. Eso sí, donde por encima de todo se coma muy bien y se trate también muy bien a los clientes. Un lugar donde te sientas como en casa”. Alvaro se dedica al sector inmobiliario y nos cuenta que “siempre he tenido la idea de montar un bar, aunque siempre pensé que se quedaría en una simple ilusión”. Lo cierto es que su sueño ya ha cumplido un año: “Un día hace un año y medio ví que se alquilaba este espacio; me gustaba el local por tamaño y por su ubicación en pleno barrio de Chamberí. Entonces me asocié con Arturo Díaz, interiorista y dedicado a la hostelería desde hace muchos años, y en sólo una semana lo cogimos. Tres amigos más interioristas muy conocidos, como son Luis Puerta, Estefanía Carrero y Juan Luis Medina del estudio Madrid in Love nos han ayudado a darle forma”. El concepto se concretó en un tiempo récord “Todo salió sin que hubiera habido antes un proyecto, cada uno puso su granito de arena y todo encajó”.  ¿Y el nombre? preguntamos: “Lo de BAR A SECAS es porque hemos huido de etiquetas como gastrobar o gastropub. Esto es un bar de toda la vida y punto. Tampoco se llama ni como Arturo ni como yo; su nombre es por la calle en la que estamos Eloy Gonzalo, el diminutivo se lo hemos puesto porque denota cercanía y eso también lo buscábamos”. De hecho se ha consolidado como “un punto de encuentro entre amigos, un sitio para quedar a la salida de trabajo y tomar algo, o el punto de partida para el primer vermut del fin de semana”. Cualquier hora es buena para dejarse caer por GONZALÍN: “Aquí la cocina está abierta desde las 9 de la mañana hasta las 11 de la noche al igual que el local. Concibo un bar como el que había debajo de mi casa, cuando era pequeño: con desayunos, comidas o menú de mediodía; y desde luego racioncitas que puedan tomarse a lo largo de todo el día”. Tanto es así que como buen vasco, Alvaro ha incorporado muchos clásicos de su tierra; entre las opciones que ofrecen en GONZALÍN destacan “las gildas porque soy del Pais Vasco y me apasionan; y en Madrid no hay gildas buenas”. Su personalidad y ese gusto por la sencillez y la calidad marcan la carta de este espacio gastronómico.

 

LOS CLÁSICOS SIEMPRE SON UN ACIERTO

En GONZALÍN encontramos los sabores de siempre, los sabores de verdad. “No queríamos algo muy elaborado y que no sepa a nada, y no nos hemos complicado mucho, nuestra carta tiene pocas y buenas cosas”. En un bar de toda la vida no pueden faltar los clásicos. Ahí siempre nos encontramos «un buen pincho de tortilla de patata» y unas deliciosas croquetas “que las borda nuestra cocinera. Las tenemos de pollo, de jamón, de carrilleras y de carabineros”; y por supuesto también unas sabrosas albondigas: “Sí tenemos que recomendar algún plato, un imprescindible de GONZALÍN es la cazuelita de albóndigas: son de estilo casero y deliciosas. También está riquísimo el salmorejo cordobés. Y en Madrid a los clientes les gustan mucho las buenas latas de conservas. Tenemos para todos los gustos: el atún; las anchoas; los berberechos y las navajas los traemos de Cantabria. El queso es Payoyo, exquisto, de un tipo de cabra originaria de la Sierra de Grazalema y Ronda. Proviene concretamente de Alcalá de los Gazules. Otras raciones para cualquier hora del día son la de jamón ibérico o la cecina del Bierzo, que nunca fallan”. El punto innovador y sugerente lo aportan otros platos como “la causa limeña que es un homenaje a la mujer que cuidaba cuando era pequeña a una gran amiga mía y es como su abuela, es peruana y cocina de llorar. Ella me enseñó a preparar la causa limeña que es parecida a una ensaladilla rusa pero al estilo peruano. Lleva lima y ají»Por si fuera poco en GONZALÍN: “La cocinera es de Bulgaria y tiene una mano maravillosa. Maneja muy bien las especias, el eneldo o los productos ahumados. Hay un toque viajero que se percibe en las ensaladas; un claro ejemplo es la ensalada de quinoa, granada y parmesano, con escarola y canónigos, cebolla roja, almendras, semillas de chía y aliño búlgaro. Sensacional». Otra ensalada muy original y apetecible es la de“panceta y queso feta con pomelo, espinacas frescas, salteado de champiñones, semillas de espelta y aliño curioso”. Siempre todo de calidad, siempre buscando ese punto de sorpresa que supone un atractivo constante.

 

UN MENÚ DE LOS BUENOS. BODEGA INTERESANTE

En GONZALÍN encontramos cada día un menú sano y variado con productos de temporada: “Cuando hicimos la carta le dije a Arturo  que lo que echaba de menos era comer como lo hacía en casa de mis padres; ahora parece que en general nunca tenemos tiempo de comer bien así que poder ir a un bar y tomarse unas buenas lentejas, está muy bien. Nuestra intención también es que el menú sea de esos que puedes tomarte todos los días de la semana sin cansarte. Que el segundo día no tengas la sensación de que no te estás cuidando”. Cada día de la semana el menú cambia y es posible elegir entre cuatro opciones “una crema, o un plato de verdura de temporada, una ensalada, una proteína, carne o pescado y un hidrato. La crema de calabacín y la de zanahoria y jengibre por ejemplo están deliciosas”. La bodega en GONZALÍN es importante; son también apuestas clásicas y muy adecuados para copear. A mi me gusta mucho el Rioja,  tenemos muchas referencias importantes; también otras menos conocidas pero muy recomendables como puede ser Viña del Oja que es una D.O. Rioja”. Aunque también se puede tomar otras muchas referencias «de Ribera, de Tierras de Castilla, Toro o Navarra. Siempre buenos vinos que se puedan tomar por copas disfrutando». En definitiva la idea de que los clásicos siempre son un acierto se cumple a rajatabla en este bar a secas. En GONZALÍN otra propuesta muy importante son los dulces. Todos artesanos: “Los bizcochos y las tartas los elaboramos nosotros; el pan proviene de un proveedor francés que hace un producto delicioso; también nos encanta su bollería como los croissants y las napolitanas que son excelentes. Cuidamos mucho toda esta oferta”. Está claro que con estos mimbres no es extraño que muchos de los  clientes de este bar lo visiten ya desde primera hora de la mañana y durante todo el día. Siempre encuentran lo que buscan en un entorno perfecto.

 

UN ESPACIO CAUTIVADOR

Y es que uno de los puntos fuertes de GONZALÍN es sin duda el espacio, no podía ser de otra forma con los padres que tiene. Pero incluso supera expectativas. Su barra de mármol es una maravilla digna de un elegante café retro. Junto con otros cuidadisimos toques vintage lo convierten en un lugar de atmósfera sugerente y refinada tan visitados en otras capitales europeas: “Mucha gente viajera cuando entran aquí les recuerda a un café vienés; y eso me encanta”. Un bar especial -en todo caso- en el que predominan los tonos apagados acariciados por una iluminación calida, con suelo de moqueta y lamparas Art Deco. El aire decadente también se debe a sus espejos envejecidos y las mesitas de mármol de estilo antiguo al igual que su vajilla de alacena vintage. Todo son detalles bonitos, paredes con esparto oscuro «procedente de un cortijo del sur de España»; un mural muy especial en el que predominan los tonos verdes en consonancia con el verde claro y apagado de las zonas de azulejado. Cómodos sillones tapizados con buen gusto o detalles como las mimosas naturales bien colocadas hacen de GONZALÍN un espacio sin estridencias donde no es fácil que algo canse o aburra, es decir, en un sitio con una enorme capacidad de fidelizar. Un proyecto que se ha hecho un hueco muy merecido.

 

GALERÍA

 

Fotografía de Borja Gómez y GONZALÍN

GONZALÍN. «BAR A SECAS»

C/ Eloy Gonzalo nº10

28008 MADRID

Phone: 916034364

Precio: Menú 12 euros/ 1plato 7.50 euros

Horario: L-J 8:00 a 0:00/ V. 8:00 a 0:30/ S. 10:00 a 0:30/ D. 10:00 a 0:00

Facebook.Gonzalín.

 

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