El vermut está de moda. Eso desde luego no lo pone en duda nadie. Dicen que es la bebida hipster por derecho propio. Sin discutirlo, sí que parece que el vermut está por encima de etiquetas temporales, y es que está más que documentado que desde los tiempos de Hipócrates lo podemos degustar. ¡Casi nada!

 

Ahora vuelve con fuerza; cierto, pero hay que decir que la realidad es que nunca se ha ido. Y, además, en Madrid hay una especial tradición de décadas por saborearlo en los aperitivos de fin de semana, una tradición que ya no tiene día fijo, ni tampoco temporada concreta. El vermut es para todo el año. Un vermut sólo o con hielo, con sifón o sin él, y ahora además se suele acompañar con una rodaja de naranja, para fortalecer un mayor contraste de sabores.

En esta búsqueda emprendida por encontrar lo mejor, nos hemos topado con el vermut ARLINI, español de pura cepa, artesanal y de calidad más que contrastada. ARLINI se elabora en Murcia, Bodegas Arloren, en la D.O. Jumilla, seleccionando la mejor uva Monastrell 100%. Y ¡ojo! carece de conservantes artificiales, su conservante natural es el propio alcohol producido en la fermentación del vino. Y es que para alcanzar el dulzor que transmite, sin añadir azucares, después de la maceración de 30 hierbas aromáticas, se le añade el vino procedente de las uvas pasificadas, con lo que el grado alcohólico es rebajado hasta los 15 grados, de los 18 iniciales que alcanza esta uva en su fermentación.

Es decir, ARLINI, que posiblemente sea el único vermut que se elabore con uva tinta, en este caso como hemos dicho 100% Monastrell, es un producto totalmente natural, sin alcoholes ni azucares añadidos. Su elaboración así lo certifica. Y es totalmente artesanal.

ARLINI lo podemos encontrar en Madrid en lugares como Viena Capellanes, en las pastelerías VAIT o en la cadena VIPS. Es un auténtico lujo gourmet asequible a cualquier bolsillo, ronda los 7 euros la botella. Destaca por su olor a canela y manzanilla, con notas muy sensibles a ajenjo, orégano, dictamino y regaliz, lo que le confiere un equilibrio entre dulce y amargo muy característico.

Por cierto la botella de ARLINI, de un atractivo diseño retro, tiene la tradicional chapa y además un tapón de mecanismo, que le confiere un toque elegante y diferente. ARLINI, que ha sido recibido como se merece en el mercado, es sin duda un buen acompañante. Un acompañante de calidad.

 

GALERÍA

Fotografía: Cedidas por la marca

 

VERMUT ARLINI
Bodegas Arloren – D.O. Jumilla
100%artesanal

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