BOCACALLE es personalidad gastronómica en estado puro. Un espacio donde se respira un ambiente atractivo y diferente. En BOCACALLE hay plena seguridad en lo que se hace y hay convicción en como se hace. Se vive con pasión la cocina callejera, se elaboran con sabiduría las recetas de siempre y se apuesta con rotundidad por el mejor producto. BOCACALLE es una aventura de buena cocina, donde siempre se juega con la fuerza del sabor y de la calidad. Ambiente distendido, para unos bocados pensados y diseñados con un equilibrio impecable. Es la perfecta convivencia entre dos cocinas que tienen mucho que ver y mucho que disfrutar juntas. La calle pura y dura se entiende a la perfección con la sofisticación y la tradición. Hay mucha boca y también hay mucha calle. Es BOCACALLE. Es la plenitud de la cocina callejera de la excelencia.

 

DIVERTDO. LLAMATIVO. CANALLA

BOCACALLE mantiene después de dos años el espíritu de sus orígenes. Un espacio divertido, llamativo, canalla y donde se come muy bien. Unos principios que desde diciembre de 2015 tienen muy claro los cuatro amigos que pusieron en marcha un lugar donde la comida callejera convive impecablemente con una cocina más elaborada. Un proyecto que nace de la vocación y de las ganas de aventura. Ignacio Fernández y Alberto García son las cabezas visibles de BOCACALLE. Ignacio nos recuerda que «somos cuatro socios aunque ciertamente nosotros dos, somos los que nos dedicamos plenamente a esto. La idea surgió cuando estaba en Londres, allí me encontraba haciendo un master de inglés jurídico, trabajaba en una multinacional y en un momento determinado me dí cuenta de que lo que quería hacer era esto. Se lo propuse a mis amigos de siempre, estudiamos la viabilidad, nos gusto a todos y comenzamos el proyecto». Dicho y hecho. Se pusieron a buscar local en Madrid y encontraron un espacio junto a Alonso Martínez: «Inicialmente no nos gustó el local, pero después estudiando las posibilidades vimos que tenía una buena proyección. El sitio es el que queríamos y teníamos muy claro que buscábamos algo diferente». Ahora dos años después BOCACALLE es un lugar de referencia en el Madrid gastronómico y armónico en una convivencia perfecta entre la calle y la excelencia.

 

COCINA DE AUTOR CERCANA A TODOS

BOCACALLE es un proyecto con un carácter muy definido. Con una forma de ser muy clara: «Nuestra cocina es una cocina de autor. Nos gusta fusionar platos de rasgos internacionales con el producto español. Nuestra base es nuestro producto, es una apuesta por lo nuestro; buscando -eso sí- fusiones y sabores novedosos». En los fogones está Daniel Alvarez, un chef que «está plenamente identificado con el proyecto. Conoce muy bien los registros en los que nos movemos. Ha estado en lugares como Londres o Berlin; y se ha formado con Martín Berasategui». El nombre de BOCACALLE lo dice todo: «Es la fusión de lo que buscamos. Propuestas de cocina elaborada, de recetas identificables que conviven perfectamente con las sugerencias de la comida callejera más conocida. Esa cocina preparada en la calle que tiene una personalidad y un sabor especial nos gusta y pensamos que es parte de nuestra esencia». Y es que cuando nos hablan de street food en BOCACALLE se refieren a «recetas de  elaboraciones largas y cuidadas. Mimamos mucho el producto, lo cuidamos plenamente. Es posible una cocina asequible y buena; y esa es nuestra apuesta». Un proyecto donde se percibe desde el primer momento que «queremos divertirnos cocinando y que la gente se divierta comiendo. Es un lugar abierto a todos. Viene gente de todas las edades y eso es un síntoma excelente de que nuestra carta es una carta que gusta a todos».

 

UNA CARTA DINÁMICA

En BOCACALLE con el inicio del curso gastronómico estrenan también carta. «Una carta abierta, ágil, dinámica y divertida. Donde la BOCA y la CALLE se fusionan al máximo. Queremos tener una propuesta en la que se pueda explicar en cada plato nuestro proyecto y nuestra ilusión por una cocina de calidad y a buen precio. La buena cocina puede ser para todos». En la nueva carta que lleva sólo unas semanas, ya encontramos algunos imprescindibles como por ejemplo «el cachopito de tapilla de ternera, Flor de Esgueva y crema de chorizo asturiano. Fileteamos muy fina la tapilla y la preparamos con paleta de ibérico y queso, utilizamos pasta wanton, y le damos una golpe de fritura en huevo para que este sabroso y jugoso. Lo presentamos con pan de arroz».  Otra de las estrellas es «la pizza de rabo de toro, que preparamos sobre una torta de anís tradicional de Inés Rosales, con una base de kimchi con col y manzana, rallado de queso manchego muy curado. El rabo de toro lo estofamos con anís estrellado, y va con zanahoria marinada, alioli de tomillo y de romero, y brotes». Y desde luego «el carré de cordero lacado. El cordero lo marinamos en crudo con salsa de ciruela amarga china. Y después se limpia y se hace a la segoviana con agua,laurel, sal y pimienta. Luego hacemos una reducción con unas carcasas de pato, y un puré de patata morada. Siempre utilizamos cordero recental que con la ciruela amarga y el pato ofrece un sabor muy bueno». Además en la carta actual hay algunos platos que no se han tocado desde el principio «y que no se pueden tocar. Para empezar el Estofadog, que es un hot dog – a nuestro estilo- con salchicha artesana –sin tripa- de carrillera de cerdo moldeada a mano y cocinada a baja temperatura; también el arroz meloso de plancton elaborado con arroz arborio que se hidrata con el fondo de pescado. Lleva un gramo de plancton marino y se acompaña con zamburiña, calamar, lengua de erizo y alga codium. Y el tercer intocable es el ceviche de lubina salvaje que lo emplatamos en una pecera con zamburiña y lubina salvaje, lo marinamos en gin- tonic, y lleva bolitas de trucha, tierra de maiz  y esponja de pistacho». Y además no hay que olvidarse de otras sugerencias como «la panceta ibérica a baja temperatura, alioli de trufa y causa limeña o unas sugerentes empanadillas de callos a la madrileña». En los postres siempre nos ofrecen dos o tres sugerencias como «una deliciosa tarta de queso de la abuela; pan con chocolate y desde luego el té verde y chocolate blanco que es un postre muy interesante».

 

UNA BODEGA DIFERENTE

En BOCACALLE antes del verano se puso en marcha una interesante propuesta de Menú Degustación cotidiano, que ahora en otoño se va a retomar. «Es un  Menú Degustación pensado para mediodia. Se  sirven cuatro platos a diario según mercado. Siempre hay verduras, carne, pescado y un postre a un precio excelente. Son platos que enriquecen nuestra propuesta, puesto que la carta se mantiene siempre en los dos servicios. Con este Menú aportamos un precio asequible, innovación diaria, y poder hacer una carta dinámica. Siempre mantenemos la fidelidad a nuestras ideas. No queremos un menú del día. Ofrecemos producto del mercado. Los cambios son diarios».  Otra de las señas de identidad de BOCACALLE son los vinos. «Una bodega cuidada y diferente. También un poco rompedora, nos gusta romper moldes. Apostamos por referencias nacionales; pero que no sean las tradicionales. Pequeños productores, producciones pequeñas. Nos gusta la D.O. de Madrid, la de Rueda, la Ribera Sacra. Por ejemplo en tintos tenemos D.O. importantes como Rioja o Ribera, pero traemos sugerencias poco conocidas. Jumilla también lo trabajamos. Nos gusta ser juguetones; ofrecer un producto distinto. Evitar las referencias típicas que se encuentran en todas partes. Queremos salirnos del circuito». En la coctelería «sugerimos mucho el mojito. Mojito de frutas como la sandía, la piña, el melón y las frutas de temporada».

 

DOS ALMAS EN UNA COCINA

Entrar en BOCACALLE es entrar en un local llamativo y sugerente. Colores rojos y blancos se fusionan también como los conceptos gastronómicos a los que se dedica este espacio. Por un lado: «Los colores rojos nos conducen al buen comer, a una represetacion de las papilas gustativas diseñadas por el colectivo Boamistura. Por otra parte encontramos también un entorno más callejero y canalla. Son nuestras dos almas que se ven perfectamente representadas en el diseño del local». Un espacio por cierto decorado y pensado por el estudio de arquitectura More & Co. Un estudio ecológico que ha cuidado todo, hasta el detalle: «El suelo del local es similar al que Rafael Moneo ha utilizado en el Kursaal de San Sebastián. Es un suelo ecológico que a mayor pisada, mayor oxigenación en el ambiente y menos cansancio. Lleva 12 toneladas el suelo que es de hormigón». En BOCACALLE no hay nada dejado a la improvisación por eso es un proyecto donde las propuestas tienen siempre una dirección: «Un restaurante canalla, callejero. Es un espacio de amigos para pasarlo bien y que todos disfruten». Una apuesta por una excelente cocina y una brillante puesta en escena. Por algo quién conoce BOCACALLE siempre vuelve

 

GALERÍA

 

 

Fotografía de Borja Gómez y BOCACALLE

BOCACALLE

C/ Santa Teresa nº2

28004 MADRID

Phone: 91.622.59.15

Horario: M-D 12:30 a 16:00/ M-S 20:00 a 2:00/ Lunes cerrado

Precio medio :25/30 euros. 

www.bocacallerest.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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