BUNS & BONES. El mejor producto del mercado a la mesa

BUNS & BONES, cuidado proyecto de la streetfood más viajera, ha apostado desde el primer momento por la calidad del producto y por el trato personalizado. Una clave de esa forma de ser es el compromiso que mantiene desde siempre con el comercio tradicional como principal proveedor de su cocina. Su cercanía en el primer espacio de BUNS & BONES al MERCADO DE ANTÓN MARTÍN ha creado una costumbre que continua a lo largo del tiempo.

UNA APUESTA POR EL MEJOR PRODUCTO

BUNS & BONES iniciaba su andadura hace dos años junto al MERCADO DE ANTÓN MARTÍN, uno de esos espacios clásicos del Madrid más castizo. Un lugar, el MERCADO DE ANTÓN MARTÍN, que como nos recuerdan «tiene más de 75 años de historia a sus espaldas; ubicado entre el barrio de Las Letras y Lavapiés, es uno de los mercados de abastos más populares de la capital. Un centro comercial arraigado en el día a día de sus vecinos que, como otros conocidos mercados de la capital, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos abriendo paso a nuevos modelos de negocio y convirtiendo parte de sus puestos en pequeños espacios de restauración. Una nueva forma de entender el mercado que, además de ampliar su oferta habitual, concita a clientes de todo tipo, devolviéndole su tradicional protagonismo en la vida de la ciudad». Por todo ello en BUNS & BONES -un proyecto especializado en una esmerada street food con una personalidad muy característica- entendieron que el MERCADO DE ANTÓN MARTÍN tenía que ser su principal proveedor. Por eso «compran cada día en el Mercado casi todos los productos con los que elabora sus platos. Un hábito que ha forjado una estrecha relación con los comerciantes basada en el contacto directo, la confianza y la calidad, que incluye desde la carne que contienen sus célebres baos a las especias con las que marinan el pescado del PoKe, la última aportación gastronómica». 

EL MERCADO DE ANTÓN MARTÍN ES EL MEJOR PROVEEDOR

Wilmer López –chef del restaurante- es quién hace los pedidos cada día y supervisa el género que llega por la mañana. «La primera llamada suele ser siempre a Carnicería Ismael, establecimiento conocido por contar en su mostrador con carnes seleccionadas de diferentes puntos de España. Proporcionan una media de 60 kilos de costillares a la semana para cada uno de sus establecimientos. Además, desde su carnicería-charcutería también surten de quesos y embutidos, e incluso elaboran una salchicha especial para BUNS & BONES». También Ismael es el proveedor de la carne de pollo y los huevos de gallina y perdiz, con el objetivo de “poder tener en cocina un producto noble y de calidad como este, que nosotros trabajamos para convertirlo en un producto estrella”. Las frutas y las verduras se recogen en La Huerta de Sánchez, considerada como una de las mejores fruterías de la capital. Su propietario, «además de servir productos cotidianos como cebollas, tomates o pimientos; también trae desde Mercamadrid algunos productos más exclusivos como tamarindo, pachoy o raíz de loto, ingrediente clave en la receta de su pollo crujiente agripicante». En este sentido Wilmer nos cuenta que “el trato directo con los comerciantes me permite poder escoger el producto que quiero y cómo lo quiero, algo que un mayorista nunca va a poder ofrecer”. Y otra de las paradas habituales es en La Mar de Algas: un pequeño puesto que presume de ser el único establecimiento especializado en algas de toda España. Lo cierto es que dos años después de la primer apertura este compromiso con el pequeño comercio se mantiene intacto, y con las dos nuevas aperturas en San Bernardo y Guzmán El Bueno se afianza una manera de hacer las cosas que forma parte del estilo propio.