CAFÉ·TÉ·ANDO es una suerte de cocina de casa donde no existen mostradores y se impone la cercanía y la sencillez. Este coffee & tea shop, con servicio take away, no admite etiquetas. No hay envoltorios que separen al cliente de los anfitriones, ni tampoco al selecto producto que se sirve con pasión y máximo respeto. Café de especialidad excelente y los mejores tés seleccionados al alcance de todos, sin complicaciones. Un lugar en el que conviven -de forma distendida- sibaritas y grandes conocedores con personas del barrio que han encontrado aquí su sitio en un ambiente peculiar y más que atractivo.

 

COOPERANDO Y CAFETEANDO

CAFÉ·TÉ·ANDO es diferente a todo y a todos.  No se parece a ninguna otra cafetería de especialidad y tampoco tiene semejanzas con las convencionales. Es el reflejo de las personalidades de Elsa Wert y Hugo Hernández -una pareja joven- que son amantes del mejor producto; apasionados del mejor café y del mejor té. Él es hondureño, ella madrileña; los dos han trabajado en Naciones Unidas y han viajado mucho. Han formado parte del “mundo de la cooperación al desarrollo». Nos explica Hugo que «parte de mi trabajo ha sido asistir a cafecultores. Precisamente muchas de las estrategias pensadas para sacar a la gente de la pobreza pasan por entrar en un mercado de especialidad. Este tipo de mercado ya supone un trato directo, establece vínculos cercanos, crea cultura de consumo y da valor al producto final”. Con esta base de comercio justo una seña de identidad muy marcada en su nuevo proyecto decidimos venir a España y unir nuestras dos pasiones, el té y el café”. En CAFÉ·TÉ·ANDO es posible tomarse un café de especialidad exquisito, comprarse una cafetera o un bonito juego de té y llevarse a casa un paquete cualquiera de sus dos productos estrella; sin embargo “no hemos buscado ni tener una cafetería ni tampoco una tienda al uso; en cambio sí hemos querido hacer de este espacio tu propia cocina, donde la gente venga; se puedan sentar, conversar o compartir recetas”. Estamos en un espacio atípico y muy genuino que merece la pena descubrir.

 

CAFÉ DE ESPECIALIDAD SIN POSTUREO

Cuando nos cuentan el proyecto que han puesto en marcha, son muy claros en sus ideas: “No solo servimos café de especialidad; además damos formación sobre el producto. Hacemos jornadas de degustación, lo que buscamos es cultura de calidad, aprender para disfrutar.Queríamos huir del postureo, porque en el mundo de la degustación y de los productos de alta calidad se vende mucho humo, o es fácil que se venda humo. Es lo que pasaba en España hace 30 años con el aceite de oliva o con el gin tonic, bebíamos cualquier cosa y todo nos parecía estupendo”. En CAFÉ·TÉ·ANDO no hay espacio para la confusión y sí para infinitas opciones y gustos. “Cuando la gente me pregunta cual es el mejor café les respondo: el café que te guste. Damos una recomendación de sabor, una recomendación de preparación y luego cada uno decide”. Cada uno decide cual es su café y su método de preparacion: “Trabajamos con la cafetera Dalla Corte que es una excelente máquina espresso que hace el café más popular, el que pide más gente. También tenemos otras de filtro como la Chemex, la Aeropress, y la V60; con ellas trabajamos cada vez más. Quizá lo más demandado sea el Flat White, un café de sabor intenso que al mezclarlo con la leche no pierde fuerza”. Está claro que cuidan mucho el origen de su materia prima:“Nos proveen distintos tostadores españoles; son 5 ó 6 que vamos rotando. Algunos nos preparan el café para llevar a casa, por ejemplo uno con un toque cítrico que gusta mucho preparado con Chemex. Otros lo elaboran para la cafetera espresso». En este sentido Hugo nos recuerda como «en su momento gran parte de mi labor consistía en visitar fincas y asesorar a la gente sobre los métodos de producción más adecuados. Por ejemplo la Cooperativa Capucas que ahora nos distribuye el producto; y hacen un café excepcional. Esa cooperativa era de las que visitaba en Honduras. Ahora no les importamos directamente este café. Se lo compro a otra persona. A una tercera, el tostador. Me encanta pensar que la gente con la que yo he trabajado sobre el terreno ya tiene sus propias redes de comercialización con las cuales ya es posible adquirir su café aquí mismo”.

 

TÉ-ANDO

La variedad y los sabores de los tés que encontramos en este espacio son increíbles: «Té verde, té rojo, té negro, té blanco y oolong o té azul. Nuestra gama va desde los sabores más herbales a los más astringentes y más intensos”.  Es una delicia abrir esas cajitas en este original espacio al que cuesta llamar cafetería y encontrarse cara a cara con la planta. El origen directamente, sin manipulaciones innecesarias. Y también da gusto escuchar las explicaciones del anfitrión “Es curioso pero el té negro es rojo y el té rojo es negro. Hay distintas oxidaciones y fermentaciones. Si nos centramos en los tés puros, se diferencian tanto del resto como un calimocho se diferencia de un buen vino. Es una pena quedarse en las bolsitas de papel del té en polvo. Nuestro método, el que nos gusta compartir, pasa por conocer, tocar, oler”. Y efectivamente en CAFÉ·TÉ·ANDO todo es accesible, especialmente a la curiosidad de los neofitos. Y así por la vía directa resulta sencillo familiarizarse con un producto tan delicado como especial. “China produce un té que podríamos decir es más vegetal y Japón por sus características geográficas nos ofrece un té más cercano a las algas. Otros países como India nos lleva magistralmente al té negro; Sri Lanka también. El té de Kenia es muy particular. Y es que cada región es muy distinta y requiere un método de preparación diferente. Nos gusta aconsejar sobre este punto”. Por ejemplo “un té puro no tiene que asustar, el sabor es maravilloso; es el caso del Milky Oolong, de origen chino, lleva notas frutales y dulces, es tan bueno que parece artificial”. Otro ejemplo es el Jazmin Pearls un espectáculo que nos sitúa en un ejercicio meditativo al observar como las bolitas suben a la superficie de la taza y se abren dejando todo el aroma y todos los matices. Las propuestas de rooibos, infusiones sin teína y tés en mezcla resultan interminables y fascinantes. Una rueda de sabores oscila desde los más especiados pasando por los más florales o los más frutales. Dulces, caramelizados, cítricos, todo un mundo que puede complacer a cualquier paladar por muy experto o experimentado que sea. “Servimos un chai que está fantástico con leche de arroz, el té negro de canela lo recomiendo con leche de avena”. Nombres tan sugerentes como “inocencia bucólica, el jardín de las delicias o te verde de Navidad” no decepcionan ni un ápice al degustarlos.

 

COMO EN LA COCINA DE CASA

En CAFÉ·TÉ·ANDO “la clientela es muy variada. Al principio, hace año y medio, teníamos mucha clientela extranjera. Ahora cada vez hay más gente del barrio”. Una cercanía que no extraña a nadie;  Elsa y Hugo nos aportan un concepto complementario al de tomarse una caña en una terraza. Proponen algo distinto y renovado como es llevarse su delicioso café y sentarse a tomar el sol disfrutándolo en la agradable Plaza de Olavide. Mientras esto ocurre en el exterior del local;  en el interior están más que abiertos: “No queríamos aislarnos de la gente. Descartamos el mostrador. Se trata de integrarse y sentirse a gusto aquí. Con esta reforma en el local hemos buscado la simplicidad”. Lo han conseguido. CAFÉ·TÉ·ANDO encierra entre sus paredes todo el encanto de la sencillez, donde todo está dispuesto para un trato cercano. Más que eso, familiar incluso. En este entorno lo que destaca es el producto. Simplemente, ¡un productazo!

 

GALERÍA

 

Fotografía de Borja Gómez

CAFÉ·TÉ·ANDO

Plaza Olvide nº10

28010 Madrid

Phone: 912990868

Horario: L-V de 10:30 a 14:30/ 17:30 a 20:30/ S. de 10 a 19/ D. de 10 a 14

www.cafeteando.es

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