CASA CIRIACO es historia viva del Madrid más ilustre. Ejemplo puro del taberneo más castizo. Parte intocable de las Casas de Comidas con mayúsculas del Madrid de toda la vida. Historia y presente. Producto y tradición. Barra y mantel. Recetas que forman parte de la sabiduría popular que se transmite de generación en generación. CASA CIRIACO es Madrid. Por allí han pasado políticos, intelectuales, toreros, literatos y artistas. Mesas festivas y cotidianas. Vecinos y turistas. Todos han querido durante décadas conocer un espacio que se antoja de obligada visita. Ahora con nueva propiedad  -todo sigue igual en lo estético- CASA CIRIACO retoma el pulso de siempre. Y lo hace con acierto. Apostando por las recetas y por los sabores que identifican a una de las grandes tascas ilustradas de Madrid. La gallina en pepitoria de CASA CIRIACO es uno de esos bocados que hay que probar en la vida. Y para alegría de todos sigue con nosotros. ¡Y que sea por muchos años!

 

UN VERDADERO MUSEO GASTRONÓMICO

CASA CIRIACO ha vuelto. Y lo hace para alegría de todos los que aman las esencias del Madrid más castizo. Y es que CASA CIRIACO es uno de los espacios con más historia de la ciudad. Desde 1906 esta taberna plenamente castiza -situada en la calle Mayor– ha sido un referente de propios y extraños. Un lugar icónico como pocos que con el tiempo ha ido ampliando su espacio. Y también cambiando de manos. Los actuales propietarios han apostado por preservar el alma de este establecimiento emblemático que mantiene una clientela castiza y fiel. Por ejemplo, la centenaria receta de la gallina en pepitoria disfrutada por «Reyes, famosos e intelectuales y literatos» continúa siendo la misma; el cocido madrileño también guarda todas las esencias de esta taberna centenaria y hasta un vino en la barra con vistas al corazón de Madrid resulta evocador de tiempos e historias. La realidad es que CASA CIRIACO es una suerte de museo gastronómico, historia viva y suculenta. Una Casa de Comidas de toda la vida que vuelve a renacer con más fuerza que nunca

 

HISTORIA DE MADRID

CASA CIRIACO para alegría de los madrileños acaba de cobrar un nuevo impulso. El trabajo, el esmero y la ilusión de los nuevos propietarios hacen que esta casa de comidas de siempre recobre el pulso que necesitaba para ser lo que siempre ha sido. Los impulsores de esta nueva etapa son Daniel Waldburger que es un apasionado por la tradición. Español de nacimiento, de padre suizo. Y también propietario de LA CASA DEL ABUELO. Y Alfonso Delgado que está al frente de CASA ALBERTO. Los dos se han lanzado y han tomado el timón de CASA CIRIACO -hace unos meses- con el objetivo de preservar «el alma de esta taberna que comenzó su andadura en 1906”. Los dos han promovido la Asociación de Tabernas y Restaurantes Centenarios en Madrid y precisamente -por ello- no podían permitir que se perdiera toda la historia que representa este restaurante, testigo mudo de tantos acontecimientos. Recuerdos vivos de Madrid: “Este edificio estaba en 1906 en el número 88 de la calle Mayor, y la taberna ya se llamaba CASA CIRIACO, aunque anteriormente era conocida como Casa Baliñas. Desde entonces el edificio se conoció popularmente como La Casa de la Bomba por ser donde el anarquista Mateo Morral ejecutó el atentado contra los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia el 31 de mayo de 1906, el día de su boda. La bomba fue lanzada en un ramo de flores desde un balcón del cuarto y último piso del edificio, en donde había una casa de huéspedes». Remontándonos a los orígenes nos recuerdan que «el restaurante era un almacén de vinos que data del año 1867. La licencia del local pasó a manos de Pablo Muñoz Sanz, que junto con su hermano Ciriaco Muñoz, habían trabajado en el establecimiento desde 1917. En 1923, Ciriaco abrió la sección del restaurante, dándole el nombre al restaurante hasta nuestros días. Sobrinos, hijos, nietos y bisnietos han regentado el local desde que el gallego Ciriaco decidiera hacer los Madriles en lugar de las Américas. Desde 1967 los hermanos Godofredo  y Ángel Chicharro se hicieron cargo del local. Ahora nos toca a nosotros conservar toda esa riqueza histórica”. Una gran responsabilidad -en definitiva- teniendo en cuenta quienes se han sentado en sus mesas a lo largo de los años. Todos los presidentes de Gobierno de España. Muchos presidentes y primeros ministros de muchos otros países. Destacados representantes del sector de la política, la cultura, el toreo o la ciencia. Y desde luego, la Familia Real española al completo. Las paredes de CASA CIRIACO recoge fotos y dedicatorias convirtiendo este espacio en un verdadero museo gastronómico vivo.

 

COCINA TRADICIONAL MADRILEÑA

La entrada de CASA CIRIACO lo dice todo. En este espacio gastronómico se valoran con pasión las tradiciones más tabernarias. Pura esencia de Madrid con vistas a una de las zonas más bonitas de la ciudad. En la barra se pueden degustar tapas y platos sencillos que mantienen mucha historia de sabores y recetas. Ejemplos como «el pincho de bonito con pimiento rojo; los boquerones en vinagre; la ensaladilla Rusa; el bocatín de calamares; el famoso revuelto Julio Camba; los bocaditos de merluza con pisto o unos deliciosos huevos revolcones con chistorra”. Además los dos comedores reclaman la atención del comensal. Estancias decoradas con cuadros de la época; recortes de prensa del atentado al Rey Alfonso XIII; fotografías dedicadas por diferentes personalidades del mundo del teatro, escritores o toreros que han disfrutado de la mesa y de los fogones de CASA CIRIACO. Todo contribuye a regresar a la historia gastronómica de Madrid, ahora con más fuerza y presente que nunca. En la carta seguimos encontrando -para disfrute de todos- platos legendarios que son imprescindibles e intocables. Hablamos de recetas como “nuestra gallina en pepitoria que necesita de una elaboración de más de 3 horas de cocina; de los callos a la madrileña; de las pochas estofadas con perdiz; de las mollejas de cordero al ajillo; del cocido madrileño en dos vuelcos; del arroz con perdiz y verduras o de la merluza con langostinos”Sin olvidarnos -desde luego- de los escabeches de perdiz o de trucha que también son muy representativos de la carta de CASA CIRIACO. En los postres sugerencias como «la torrija castiza; el arroz con leche; el puding o la cuajada con miel hacen que hasta el final se pueda saborear las esencias de Madrid».  Los platos se presentan también en una vajilla con historia que llevan el sello de Antonio Mingote. Cada detalle es muy especial. Es un viaje que nos sitúa en un tiempo de la cultura de Madrid que no deja indiferente a nadie.

 

ANÉCDOTAS E ILUSTRES COMENSALES

En la fachada de CASA CIRIACO se puede leer una placa en la que se recuerda que Max Estrella, protagonista de Luces de Bohemia de Valle-Inclán, inició aquí su “peregrinaje nocturno”. En ella se recuerda también que dentro de la ficción del libro aunque basado en hechos reales, “en este ámbito quiso que tuviese lugar el prendimiento del anarquista Mateo”. Una Casa de Comidas repleta de historia y de cultura de Madrid. Así lo cuenta una ilustración de Antonio Mingote que evoca el momento en que el anarquista lanzó la bomba en la boda real que acabó con la vida de 24 personas. El dibujo dedicado a los Amigos de Julio Camba, nos recuerda que en CASA CIRIACO durante años se celebraba la tertulia literaria organizada por el periodista.  Sin duda CASA CIRIACO es parte de la historia de todos. Un espacio para el recuerdo que preserva con mimo la cultura de la Villa. Y que -para alegría de todos- ha vuelto para quedarse.

 

GALERÍA

 

Fotografía de Borja Gómez

CASA CIRIACO

C/ Mayor nº84

28013 MADRID

Phone: 915 48 06 20

Horario: M-S 13:30 a 16:00/ 20:00 a 0:00/ D. 13:30 a 16.00/ Lunes cerrado

Precio medio: 20€

www.casaciriaco.es

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