CONSERVAS EMILIA son un ejemplo único de calidad. Un proyecto que se vive de forma apasionada. Tradición que se preserva de manera precisa. Elaboraciones artesanas que no cambian por nada del mundo. Excelencia en el producto. Mimo llevado al extremo. La anchoa del Cantábrico es la gran estrella, pero en CONSERVAS EMILIA se trabajan más líneas de productos del mar. Todos con una gran calidad. Un gran proyecto hecho realidad. Y que en este 2019 ha sido elegida como la Mejor Anchoa del Cantábrico.

 

UNA TRADICIÓN FAMILIAR REPLETA DE EXCELENCIA

En CONSERVAS EMILIA se disfruta plenamente con el trabajo, en una búsqueda incesante de la excelencia. Calidad por encima de todo. Pasión por lo mejor. Sabiendo que el esmero por los detalles siempre recibe el mejor de los premios: el reconocimiento de los consumidores, de aquellos que saben perfectamente que CONSERVAS EMILIA es una casa de máxima confianza. Ellos mismos lo explican: «Con nuestras propias manos y mucho tiempo. Ese es el secreto. Nada de lo que hacemos va a permitirnos acortar el proceso de elaboración de nuestros productos. Las anchoas son buen ejemplo». CONSERVAS EMILIA es una vibrante historia de trabajo, esfuerzo y superación. La gran impulsora del proyecto es Emilia Fuentes Ruiz. Ella es la verdadera artífice de una marca que es un rotundo sello de un gran producto. «CONSERVAS EMILIA es una empresa familiar, fundada a finales de los 80». Emilia desde el primer momento sabía muy bien lo que quería. «Relanzar la fabricación artesanal tradicional de la anchoa del Cantábrico para ofrecer un producto final de altísima calidad». Con este objetivo «Emilia, arropada por sus hijos y sus nueras, puso en marcha la que hoy es una empresa de reconocido prestigio». Y es que por algo «Emilia que es una veterana trabajadora del sector conservero, conoce los secretos de la fabricación artesanal desde muy niña».

 

UNA GRAN PROPUESTA

CONSERVAS EMILIA es una marca muy conocida en toda España. «Por la calidad de sus productos y la excelencia de sus instalaciones». En este sentido encontramos una maravillosa fábrica situada en Santoña de 2.250 metros cuadrados. Precisamente disponen de un Servicio de Visitas guiadas a su fábrica. En esta iniciativa «los visitantes pueden ver el proceso de elaboración de los productos. Además se puede conocer de primera mano todos los pasos que se siguen fielmente para poder elaborar de una forma artesanal la anchoa de Santoña». Ella es -sin duda- el gran símbolo de CONSERVAS EMILIA que ofrece también una amplia propuesta de productos. Todos del mar. Todos elaborados de forma artesana.«Anchoas del Cantábrico. Anchoas en Aceite de Oliva. Bonito del Norte. Boquerones del Cantábrico. Ensaladas. Anguletas. Patés. Pulpo. Sardinillas. Relanzones. Y ahora también platos preparados». En CONSERVAS EMILIA, sólo se entiende el trabajo de forma artesana con mimo y tranquilidad. Nos lo explican de esta manera. «Trabajamos con nuestras propias manos y mucho tiempo. Ese es el secreto. Nada de lo que hagamos va a permitirnos acortar el proceso de elaboración de nuestros productos. Las anchoas son buen ejemplo. Son las mismas manos que saben cuidar del bonito del norte de anzuelo, trocearlo y envasarlo en botellas de cristal para que, en aceite de oliva o escabeche, conserve el sabor y la textura natural de su carne». Y así con todas las referencias: «Con el mismo mimo elaboramos nuestros patés y ensaladas. Siempre con tiempo y máximo cuidado. Ni una espina, ni una escama, ni un gramo más de sal. Las recetas y preparaciones varían. El resultado es sólo uno: pescado de primera categoría». CONSERVAS EMILIA una referencia de calidad que -además- en este 2019 ha sido premiada como la mejor anchoa del Cantábrico.

 

LAS ANCHOAS: UNA JOYA GASTRONÓMICA

La anchoa sale de puerto se somete a un proceso de salación artesanal. Posteriormente se extrae la salmuera y se procede al eviscerado y descabezado. La anchoa se introduce en barriles con sal durante un tiempo para después lavarlas para eliminar la sal y la piel. En este punto la anchoa vuelve a ser introducida en sal para que recupere su concentración salina y se recorta los bordes, cola y barbas. La humedad de la anchoa se elimina introduciéndolas en paños que se retuercen o empleando un proceso de centrifugación. Una vez limpias y secas se les quita la espina central y se separan en dos partes su cuerpo, obteniéndose dos filetes que son envasados a mano.

 

GALERÍA

 

Fotografía cedida por CONSERVAS EMILIA

www.anchoasemila.es

 

 

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