Una cafetera Marzocco. Un viaje a Australia y un experimento de psicología. Así nace EL PERRO DE PAVLOV. Este rincón del Barrio de La Latina donde degustar un buen café y saborear un delicioso Blue Latte -té azul con flor de guisante- se ha convertido en un verdadero placer. Un espacio muy coqueto donde compartir- durante horas- largas conversaciones mientras disfrutamos de una carta sencilla, sabrosa y muy healthy. EL PERRO DE PAVLOV acaba de llegar a este barrio, marcado por el bullicio gastronómico. Y sin hacer mucho ruido, es ya un punto de encuentro para aquellos que se dejan mimar a cualquier hora del día. En un entorno castizo como pocos, este café de especialidad ha sabido encontrar un equilibrio perfecto entre el ambiente cosmopolita y los aires madrileños de un barrio que es esencia pura de Madrid.

 

UN EXPERIMENTO SOCIOLÓGICO, AUSTRALIA Y UN CAFÉ

EL PERRO DE PAVLOV es un proyecto personal. Lleno de ilusión. Alejandro Sánchez es quién está detrás de esta gran apuesta de café de especialidad. Precisamente el nombre de EL PERRO DE PAVLOV tiene su origen en la pasión de Alejandro por la psicología. “Yo soy psicólogo. Y quería hacer un guiño al experimento del científico ruso Pavlov que es el descubridor de la ley del reflejo acondicionado. Llegó a ella con el siguiente experimento: alimentaba a un perro y el animal empezaba a salivar. Posteriormente vio que también salivaba simplemente oliendo o viendo la comida, o incluso cuando se acercaba la persona encargada de alimentarle. Introdujo entonces una campana en su análisis, y se dio cuenta de que con el tiempo, el perro salivaba al oír el sonido de la campana”. En definitiva, cuando dos cosas ocurren juntas habitualmente y una de ellas aparece, la otra llega a nuestra mente de inmediato. Es lo que ocurre con EL PERRO DE PAVLOV, Alejandro y los sabores de un buen café. “Todo empezó con un viaje a Australia. Estuve viviendo un tiempo en las antípodas de mi país. Cuando llegué me enamoré del café, y eso lo cambió todo en mi vida. Al regresar decidí montar mi propio negocio. Un rincón acogedor y coqueto donde las horas pasen sin darnos cuenta. La idea es que a los clientes se les haga la boca agua cuando piensen en EL PERRO DE PAVLOV. En el café que preparamos. En nuestros desayunos e infusiones”. La Marzocco asoma en la barra, avalando la calidad del café de especialidad que aquí se elabora. “Yo sigo creciendo como barista. Me ilusiona mucho el mundo del café. En estos momentos ofrecemos Espresso, Flat White, Cold Brew, Iced Latte o café americano. Cafés de origen con una calidad impecable. Cada uno de ellos necesita su tiempo de preparación. Es lo que queremos transmitir. Un estilo de vida que nos permita detenernos por un momento. Hacer una pausa. Disfrutar de nuestro café predilecto y después continuar con la jornada”.

 

UN TÉ AZUL INTENSO

En la barra, Alejandro prepara un té de un color azul muy intenso. “Es el Blue Latte. Se trata de un Chai con flor de guisante azul -butterfly blue pea- con un ligero sabor terroso. Tiene propiedades antioxidantes por lo que nos ayuda a combatir el envejecimiento de la piel, ya que incrementa los niveles de colágeno y elasticidad de las células de la piel, además ayuda a prevenir enfermedades oculares”. En este espacio cuidan las propiedades de cada infusión y asesoran a cada cliente. “Ofrecemos desde los tés más puros como el té rojo, verde, blanco hasta los tés infusionados en leche; como el Chai Latte que sugerimos también con bebidas vegetales. Servimos también té con cúrcuma o remolacha. Muchos de ellos los compramos aquí en el barrio, y es que para mí el comercio de proximidad es muy importante. Mis proveedores están en el Mercado de La Cebada. Allí voy a hacer la compra cada día”. El mimo por el producto se refleja desde el primer momento. “En el agua con limón que dispensamos para todos nuestros clientes, en los ingredientes ecológicos y sostenibles, en las cookies que preparan para nosotros exclusivamente casi a diario. Se elaboran con masa madre, como las tartas de zanahoria, de cerveza, cheesecake, de té Matcha, naranja con chocolate o el crumble de manzana”.

 

UN CAFÉ MUY VINTAGE

La decoración resulta tan atractiva como auténtica. “Los muebles y objetos de decoración vintage me encantan. Decidí darle la personalidad al local con elementos vintage. Son objetos que tenía mi abuela en casa, muebles que he visto en El Rastro. El teléfono rojo colgado en la pared me lo trajo una amiga. Las sillas están tapizadas con un estampado de Frida Khalo y la carta de los cafés está dentro de un enorme cuadro dorado”. Empezar el día aquí resulta todo un acierto. “Los que prefieran arrancar la jornada con opciones saludables, pueden elegir entre la tosta de queso crema con nueces y pasas, la de tapenade o la de aguacate. No queremos suponer una revolución. Tan solo pretendemos ofrecer un servicio y un producto 100% honesto. Con eso nos damos por satisfechos”.  Los domingos, el ritual del vermut transforma este espacio. “A la hora del aperitivo y sin perder nuestra esencia, ampliamos la carta para ofrecer cervezas artesanales y por supuesto, el cada vez más demandado vermut.” Mientras Alejandro traslada su pasión por el café, en la puerta un perro se detiene a beber agua de un cuenco que indica que ellos también son recibidos. Tanto como EL PERRO DE PAVLOV. Y es que la pregunta surge sola. ¿Qué sería de este café de especialidad sin él?

 

GALERÍA

 

Fotografía cedida por EL PERRO DE PAVLOV

EL PERRO DE PAVLOV

Costanilla de San Pedro nº5

28005 MADRID

Phone: 669 799 299

Horarios: M-D de 10:00 a 20:00. Lunes cerrado

Precio medio: a partir de 3€

Fb: @elperrodepavlovcafe

Pin It on Pinterest