Construido sobre unas bodegas del siglo XVIII, protegidas por Patrimonio de la Comunidad de Madrid, el hotel LA BODEGA DE QUINTÍN en pleno Villarejo de Salvanés -a 45 kilometros de la capital- recupera la esencia de la época con todas las comodidades actuales y cuidando al extremo los detalles. Cada una de las 11 habitaciones de este hotel rural, con encanto, resulta perfecta para terminar una jornada enoturística. Una bodega abierta al público -en sus orígenes- convertida en un espacio para conocer la cultura vitivinícola, gastronómica y artística de esta tierra en todo su esplendor. Visitas guiadas por bodegas monumentales, masterclass sobre la evolución en el modo de elaboración del vino y catas de producto de la zona hacen de este proyecto familiar una experiencia diseñada para disfrutar del vino madrileño en todos los sentidos.

 

CULTURA Y TRADICIÓN VINÍCOLA MADRILEÑA

En LA BODEGA DE QUINTÍN encontramos a Irene García, al frente de este proyecto. Ella es la nieta de Quintín: “Un carismático y reconocido viticultor afincado en la zona”. Directora y propietaria, continúa con este proyecto “familiar, sentimental, artístico y patrimonial. El objetivo principal es poner en valor un patrimonio que perteneció a nuestros antepasados. Queremos resaltar los valores de la Comunidad de Madrid y de nuestro pueblo, a la vez que mostrar la evolución en la forma de hacer el vino a lo largo de dos siglos”. LA BODEGA DE QUINTÍN fue una bodega abierta al público para su comercialización a granel. Todavía no se había dado el salto al embotellado, entonces, el vino no tenía denominación. No obstante, era muy apreciado, muy rico. Se vendía tanto blanco como tinto”. Ahora, el hotel propone un delicioso viaje al pasado, dado que se conserva una parte de la bodega correspondiente al siglo XVIII, otra del siglo XIX y un testimonio de lo que fue la del XX. LA BODEGA DE QUINTÍN está protegida por Patrimonio de la Comunidad de Madrid”. El viaje consta de dos etapas. “La primera, una visita guiada por estas bodegas monumento, y la segunda, una masterclass sobre cómo se hacía el vino antiguamente. Para concluir, los huéspedes de LA BODEGA DE QUINTÍN podrán disfrutar de una cata de vinos y quesos. El vino ofrecido pertenece a bodegas del propio pueblo o de la zona”. Más allá de la bodega el hotel cuenta con “espacio gastronómico, jardín,piscina, terrazas, discoteca situada junto a la bodega del siglo XVIII y el salón con capacidad para 220 personas. Estos espacios están diseñados para celebrar todo tipo de eventos, tanto de empresa como particulares”. Irene García se ha especializado en la celebración de bodas y comuniones, “el jardín es ideal para acoger una ceremonia civil, acompañada después de un cóctel al aire libre en la enorme terraza equipada con toldos y todo tipo de iluminación”. La sintonía entre tradición y modernidad permite disfrutar plenamente de este acogedor hotel familiar.

 

MÁS QUE VINO EN VILLAREJO DE SALVANÉS

Los alrededores del hotel LA BODEGA DE QUINTÍN permiten conocer la historia del municipio “desde aquí salían los Tercios de Flandes. Además, en el pueblo destacan varios puntos de interés turístico, como el Castillo de Villarejo, el Convento de Nuestra Señora de la Victoria, la Iglesia y la Casa de la Tercia con su museo. El municipio también forma parte de diversas rutas, tanto a caballo, como de bicicleta -CiclaMadrid- y senderismo. La Semana Santa es una de las más conocidas de la Comunidad. Su Pasión Viviente, que se representa en el Castillo, es célebre en toda la comarca. Otras fechas perfectas para escapar a Villarejo de Salvanés son sus fiestas de la Virgen de la Victoria, que se celebran durante los meses de septiembre y octubre”. No faltan razones para salir del bullicio de la ciudad para conocer un poco más de la cultura madrileña. Y es que LA BODEGA DE QUINTÍN no solo lo pone fácil sino que potencia la tradición y su disfrute.

 

GALERÍA

 

Fotografía cedida por LA BODEGA DE QUINTÍN

www.labodegadequintin.es

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