La calidad del producto, la luz, la limpieza y la atención al cliente. Son los cimientos básicos de LA CARNICERÍA DE QUEVEDO, un espacio diferente que desde hace unos meses ofrece un nueve local en LA CARNICERIA DE ROSALES. Un proyecto que desde el principio tenía muy claros los objetivos respaldados por una larga experiencia y tradición familiar. Estamos ante una sugerente carnicería. Una propuesta moderna en las formas y tradicional en el fondo. Un diseño que ayuda a acercar un modelo brillante y atractivo a todos los clientes.

 

UNA CARNICERÍA DE DISEÑO Y DE BARRIO

Es joven. Pero tiene ya una larga experiencia. Carlos Diaz Santos, lleva más de 26 años trabajando en la carnicería familiar. Un negocio que inició su padre hace décadas en el Mercado de Tetuán y que ahora mismo él continua con dos locales; uno junto a la Glorieta de Quevedo, el otro en la calle Altamirano. «Hace tres años y medio decidí poner en marcha un negocio a pie de calle. Y al poco tiempo aposté por renovar el diseño de la carnicería. Creo que es muy importante cuidar la imagen de nuestra profesión. Una carnicería limpia, con mucha luz, donde todo está a la vista y donde se cuidan todos los detalles. Es imprescindible. Tenía muy claro este diseño desde el principio. He viajado por algunos lugares de Europa como Amsterdam y creo que hay que ofrecer un diseño que ayude a la carnicería, y que al mismo tiempo te mantenga cerca del público. No es sin más una fachada. Forma parte de la filosofía del negocio. Una carnicería tiene que ser un lugar agradable, limpio y accesible a todos. Y es evidente que los clientes lo agradecen. Y desde luego la calidad en el producto tiene que estar en primer lugar». Carlos afrontó el cambio de imagen hace dos años y medio «e inmediatamente triplicamos las ventas. No es una cuestión de moda. Es algo más profundo, más pegagógico. Las cosas tiene que entrar por lo ojos, es mucho más fácil y al mismo tiempo el cliente quiere que sea así». Además Carlos tiene muy claro que «la calidad del género es lo más importante. Una calidad con precios accesibles». Una vez que tenía en marcha LA CARNICERÍA DE QUEVEDO, hace unos meses ha puesto en marcha LA CARNICERÍA DE ROSALES; «las dos responden al mismo modelo, tienen el mismo producto y los mismos proveedores. Son iguales, con la intención de identificarse con el barrio donde están instaladas».

 

 

UN PRODUCTO EXCELENTE

En LA CARNICERIA DE QUEVEDO & ROSALES hay una prioridad  con el cuidado y la relación con los proveedores: «mantengo los mismos proveedores que tenía mi padre. Productores pequeños, respetuosos con los animales y con el medio ambiente. Son ganaderos que con el paso del tiempo han ido creciendo pero que mantienen la línea de producción, la alimentación de los animales y la calidad del producto como siempre». Le preguntamos por el origen de esos proveedores «la ternera la traemos desde Almaraz en Extremadura; el cordero desde Aranda en Burgos y el cerdo desde Tarancón en Cuenca. Todos nos conocen bien y conocemos a todos. Y sabemos que la calidad de la carne es muy alta». En LA CARNICERIA DE QUEVEDO & ROSALES, Carlos explica que es básico «que seamos una carnicería cercana y que el trato sea personalizado. La calidad no está reñida con la cercanía. Me gusta conocer a cada cliente, conocer sus gustos, saber encontrar las mejores propuestas para cada uno. En definitiva, el trato de siempre. El diseño es muy bueno y muy atractivo, desde luego que ayuda; pero es imprescindible que la calidad y la atención sean las de siempre». Carlos está muy orgulloso del género que tiene y también sabe que las elaboraciones propias de la carnicería tienen un gran éxito, «son muy buenas y gustan mucho. Las salchichas; la cinta de lomo; los pinchos morunos; las hamburguesas; la chistorra; el embutido; los empanados son muy demandados. Nuestros clientes saben que los preparamos artesanalmente con mucho cariño y con una gran producto». Otro aspecto importante en las propuestas «es el pollo, tenemos un gran pollo de corral, es gallego; y el proveedor cuida al máximo la alimentación y la crianza. Hay también una excelente vaca gallega. Lomos y entrecots muy buenos». Le preguntamos por la maduración de la carne, una cuestión muy recurrente ahora en el mundo de la gastronomía: «la maduración es muy importante desde luego, nosotros trabajamos con 30 días de maduración; pero hay que tener la temperatura y la humedad adecuadas. Es un proceso que ahora parece que gusta mucho pero que desde luego no se puede improvisar y hay que saber mantenerlo». Y charlamos sobre la casquería, hay una gran propuesta en LA CARNICERÍA DE QUEVEDO Y ROSALES: «mollejas de cordero; manitas de cerdo o de cordero; zarajos; entresijos; sesos; lengua de ternera. Tenemos mucha oferta, es verdad que no todo el mundo sabe cocinar en casa la casquería. Prefieren degustarlos en los restaurantes, pero ahora mismo la casquería es una apuesta importante en la gastronomía. Y nosotros, la verdad, es que la trabajos mucho y bien». Y es que Carlos lleva muchos años en la profesión y conoce perfectamente cada uno de sus momentos y situaciones. Una muestra clara de la calidad del producto son «las decenas de restaurantes que son clientes nuestros. Desde hace mucho tiempo».

 

 

EL TRATO PERSONAL ESENCIAL

LA CARNICERÍA DE QUEVEDO & ROSALES tiene productos de primera buscando más propuestas y más sugerencias: «los embutidos que ofrecemos son muy buenos; nos gusta conocer lo que les gusta a nuestros clientes. Por ejemplo tenemos un jamón ibérico muy bueno, de excelente calidad: hay uno de Salamanca y otro de Los Pedroches en Córdoba. Pero hay más cosas, unas excelentes anchoas artesanas de Santoña; también unos boquerones muy buenos. Una buenísima pasta italiana. Conservas muy bien elaboradas. Galletas, tostadas y picos de calidad. Nos gusta que nuestros clientes puedan encontrar aquí en la carnicería otras opciones. Siempre es bueno que cuando vienen a hacer la compra puedan llevarse otros productos. Siempre de primera. Siempre gourmet, pero a un precio asequible. Lo importante es mantener y ofrecer calidad de forma accesible para todos». Lo que está claro es que Carlos apuesta por lo que está plenamente convencido: «me parece esencial el trato personalizado al cliente. Cada uno tiene unos gustos, unas preferencias, unas necesidades. Y mi obligación es tener siempre respuesta a sus peticiones. Por eso me parece que es muy importante mantener el espíritu de una carnicería de barrio de siempre; una carnicería de cercanía a las personas. Es verdad que hemos evolucionado, que estéticamente hemos cambiado y además esos cambios son muy positivos. Ofrecen una imagen moderna de la carnicería; pero al mismo tiempo el trato no puede cambiar. Y tampoco la calidad, esa calidad es la que siempre hemos mantenido y es lo que sin duda atrae a la gente». LA CARNICERÍA DE QUEVEDO & ROSALES una apuesta que está creando tendencia.

 

Fotografía de JOSÉ MARTÍN-SERRANO

LA CARNICERÍA DE QUEVEDO

C/ Jordán nº12

28010 MADRID

Phone: 915712497

LA CARNICERÍA DE ROSALES

C/ Altamirano nº12

28008 MADRID

Phone: 608719097

Horario: L-V 9:00 a 14:30/ 17:00 a 21:00/ Sábado 9:00 a 15:00/ Domingo cerrado

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