Consistente y delicioso. El cocido madrileño en cuatro vuelcos de LA CLAVE está de enhorabuena. Ha obtenido la mejor nota media de España del Club de Amigos del Cocido. Para tan buena puntuación han tenido en cuenta la calidad del producto, la elaboración de este plato y el entorno en el que se disfruta de los garbanzos, la croqueta de pringá o la sopa de fideos. Un reconocimiento más que merecido que reseña una cocina de tradición y sabores muy nuestros.
EL GARBANZO ES LA CLAVE
Nada más entrar en LA CLAVE, hay algo que envuelve el espacio. Será el amor por la cocina o el auténtico respeto por esos platos de siempre. Será la armonía de tradiciones que acompaña desde el primer momento. Aquí el cocido es uno de los imprescindibles. Su sabor y cremosidad le ha servido un reconocimiento muy destacado en el mundo gastronómico. Tomás Gutiérrez, propietario de LA CLAVE y Presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería de Madrid La Viña recibe con satisfacción este galardón:“Estamos muy orgullosos porque el Club de Amigos del Cocido ha otorgado al cocido madrileño en cuatro vuelcos de LA CLAVE con la nota media más alta de España, 8’55 sobre 10. Hemos obtenido un 8’51 en el apartado Calidad del preparado, 8’52 en Marco, instalaciones y servicio y 8’63 en Relación calidad / precio». Hace unos días el prestigioso Club de Amigos del Cocido visitó LA CLAVE. “Para nosotros es un honor, porque se trata de un Club que tiene 27 años de historia. Durante este tiempo ha puntuado 229 locales». Su presidente, Guillermo Piera destaca “la cremosidad de los garbanzos pedrosillanos de LA CLAVE, con su cuidada cocción y sin pellejo. También las viandas o el vuelco de carnes. Quedan en la memoria la calidad de su tocino ibérico y el sabor que otorga el hueso de caña con tuétano, indispensable en todo buen cocido madrileño”.
ARMONÍAS CON NAVARRA
Para degustar estos cuatro vuelcos, resultan perfectas las armonías con vinos de Navarra, de Bodegas CHIVITE. “Tres vinos de la finca de Bodegas CHIVITE se alían con los cuatro vuelcos del cocido, único en toda la región, y un moscatel para los postres”. La textura de la croqueta de pringá marida a la perfección con el CHIVITE Colección 125 Rosado. Para el sumiller de LA CLAVE, Juan Manuel del Amo, es un maridaje único: “Este vino ha estado nueve meses fermentando sobre sus lías en barrica de roble francés. Serio y estructurado, lidia con la contundencia de la morcilla, el tocino y el chorizo de la croqueta”. Es el momento de la sopa de fideos. Para disfrutarla, una recomendación del sumiller: “Con cinco meses de crianza sobre sus lías, el blanco Legardeta Chardonnay refresca la sopa, acompañada de cebolleta y guindilla. El calor y el sabor del caldo arropan a la reina de las uvas blancas”. Llegan el tercer y cuarto vuelvo. Elegancia en la mesa y en el paladar. “El CHIVITE Colección 125 Reserva ha permanecido 12 meses en barrica de roble francés. Armoniza con la finura de los sabores de la tierra en el tercer vuelco con garbanzo pedrosillano de Salamanca, zanahoria, repollo, patata gallega y salsa de tomate. También con el cuarto vuelco de morcillo de ternera asturiana joven, gallina campera, tocino ibérico, chorizo, morcilla, hueso de jamón y hueso de caña con tuétano”. Los postres madrileños tradicionales se disfrutan con un moscatel de grano tardío. “Nuestro jefe de cocina Pepe Filloa apuesta por rosquillas listas de San Isidro, ponche, buñuelos castizos y bartolillos a la crema de limón. Imprescindibles en las pastelerías y cafeterías del centro de Madrid hasta los años 80. El CHIVITE Colección 125 Vendimia Tardía equilibra dulzura y frescor. En boca una sensación agradable y deliciosa culmina una inolvidable velada”. Una noche donde la gastronomía madrileña se escribe con los fogones a fuego lento en LA CLAVE. Por algo el Club de Amigos del Cocido le ha dado la mejor nota media a su plato estrella. Por algo le llaman “la aristocracia del garbanzo”.
Fotografía cedida por LA CLAVE
LA CLAVEC/ Velázquez nº2228001 MADRIDPhone: 910.53.20.31Horario: L-D 12:00 a 2:00Precio medio: 40 euros