LA LORENZA es una taberna. Sin apellidos. Un lugar que no necesita pretensiones. En sí misma sugiere un encanto muy especial. Uno de esos locales de siempre que en esta nueva etapa mantiene la esencia de toda la vida. Los que conocieron SAN LORENZO se alegrarán de encontrarse con su sucesora. La misma barra -icono del lugar- los recibirá. Y reconocerán por supuesto ese azulejo azul en las paredes. Un proyecto creado con mucho mimo. Respetando la tradición y la raíces de un espacio lleno de solera donde disfrutar de las patatas rizadas, de las gyozas de caldeirada de pulpo y del -intocable- aperitivo de los domingos: los callos con garbanzos a la madrileña. Para quitarse el sombrero. LA LORENZA es puro casticismo. Esencia misma de la cocina de Madrid. Una taberna en el Barrio de Lavapiés. Una verdadera joya. Una maravillosa suerte. Madrid y la tradición más renovada, en el entorno más cool del mundo.

 

LA ESENCIA ES INTOCABLE

Cuando dos personas con sensibilidad y el máximo respeto hacia la tradición, asumen las riendas de un proyecto de siempre, ocurre lo que ha pasado en LA LORENZA. Xan Otero y Claudia Rodríguez lo tenían claro desde el principio. La esencia tenía que mantenerse. Xan nos cuenta: “Soy de Santiago de Compostela y recuerdo que cuando terminaba la guardería, la profesora me llevaba al bar de mis padres. Crecí detrás de una barra. Cuando llegué a Madrid y conocí a Claudia decidimos montar nuestro primer proyecto: LA FALDA. Cuando este local se cruzó en nuestro camino no pudimos resistirnos. Ahora ambos conviven”. Una taberna. Así se definen en LA LORENZA.  “No nos gustan los adjetivos. Somos una taberna, con todo el significado que ello tiene. Los que conozcan Lavapiés reconocerán el local. Antes aquí estaba el bar SAN LORENZO, que regentaron Nemesio y Lola durante toda una vida. Queríamos rendirles homenaje así que después de darle 1000 vueltas nos decantamos por este nombre. Es nuestro particular homenaje al anterior proyecto”. Aquellos que hayan conocido SAN LORENZO, reconocerán el local. En su interior, la solera se mantiene. El alma sigue viva. “Teníamos que estar a la altura. Mantenemos la estética del primer local. Los azulejos, típicos de los bares centenarios de Madrid. La barra también se mantiene. La hemos adaptado a nosotros. Hemos descubierto el ladrillo y la piedra. Son muchos los clientes del anterior local que nos visitan y parecen satisfechos con el resultado.”

 

LAS PATATAS RIZADAS DE LOLA

Lola, la anterior propietaria, sigue preparando el plato estrella de la casa durante décadas. “Las patatas rizadas forman parte de este sitio. No queríamos que desaparecieran con nuestra llegada. Las mantenemos con el mismo nombre y receta. Son patatas fritas onduladas con una salsa secreta incluso para nosotros. Si queréis conocerla, tendréis que preguntar a Lola”.  El fuera de carta juega un papel importante en LA LORENZA. “Los mejillones en salsa de erizo o las rabas son algunas de nuestras propuestas. Nos gusta ver cómo funcionan entre los clientes. Si gustan mucho se quedan. Lo importante para nosotros es el producto. Trabajamos mucho con la lonja de Coruña. De allí llegan la raya que preparamos a la mantequilla al Pedro Ximénez, las navajas o los berberechos”. La cocina es sincera. Castiza. Muy nuestra. Como la tortilla de patata que elaboran. “Es el buque insignia de LA FALDA, nuestro primer local, y seguimos apostando por ella. La preparamos sin cebolla. ¿El secreto? Los huevos son de gallinas de Mos criadas en libertad en Lugo. Otros imprescindibles en la barra son la mojama o huevas de Maruca o las anchoas de Cantabria en mantequilla”.

 

UN APERITIVO MUY CASTIZO

Los fines de semana, en LA LORENZA se disfruta de las tradiciones. No falta el aperitivo de siempre. “Durante todo el año preparamos los callos con garbanzos. También en verano. Una sugerencia para disfrutar con un vermut. Es nuestra forma de reivindicar las tradiciones madrileñas y que no se pierdan. Después de los callos, sugerimos el canelón de manitas de cerdo, rabo de vaca y setas o el jarrete de ternera. La costilla de ternera a baja temperatura con puré de dátil ahumado es otro de los favoritos”. En el salón, la carta se mantiene igual que en la barra. “Una cocina informal y un poco gamberra. A los que quieran disfrutar de un almuerzo o una cena en el salón, recomendamos reservar. Es un espacio sencillo sin pretensiones, como el resto del local. Sí contamos con una bodega con unas 50 referencias entre tintos, blancos, rosados y cavas. Tenemos también unas 20 referencias del Marco de Jerez. De los vinos que ofrecemos, 10 de ellos se pueden disfrutar también por copa”. Las raíces gallegas de Xan se sienten en LA LORENZA. “En las gyozas de caldeirada de pulpo. En el origen del producto. Es una carta escueta y a la vez muy variada que termina con unos postres artesanos que elabora Claudia. Os recomendamos la tarta de queso Gorgonzola. El coulant de almendras o el strudel de manzana están entre los favoritos, como la sopa de mango con helado de chocolate blanco.Para maridar con estos postres, un oloroso”. LA LORENZA: esencia pura del casticismo más autentico. Y es que tabernas así engrandecen la gastronomía madrileña. Y lo hacen de verdad. Con todo el corazón.

 

GALERÍA

 

Fotografía de Borja Gómez

LA LORENZA

Calle  Dr. Piga nº3

28012 MADRID

Phone: 911 826 928.

Horario: M-J: 20:00 a 01:00/ V-S: 13:00 a 17:00/ 20:00 a 02:00/ D. de 13:00 a 17:00

Precio medio: 15 – 20  euros

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