LA MUSA cumple 20 años. Uno de los locales que han marcado la vida en Malasaña está de cumpleaños. Un espacio que forma parte del espíritu del barrio. Un proyecto que nació en un momento en el que Malasaña era el germen de un Madrid intenso y abierto mantiene -al cabo del tiempo- la misma inspiración. Lo cierto es que ese tiempo que ha transcurrido ha enriquecido una propuesta que era rompedora y que sigue guardando todas esas esencias de los inicios. Eso lo saben bien en este rincón gastronómico donde las musas encontraron su inspiración más exquisita. A ellas, la evocación las sorprendió en la cocina de una calle emblemática del barrio de La Movida. Eran los 90 y nacía LA MUSA. Ya nada volvió a ser igual en Malasaña. Y LA MUSA, 20 años después, sigue siendo fuente de inspiración y termómetro de las tendencias.

 

20 AÑOS MARCANDO ESTILO

Echar la vista atrás supone mucho para el GRUPO LA MUSA. Su mítico local de Malasaña cumple 20 años. En este tiempo, muchos son los que se han enamorado de este espacio único. Como Luis Riera, su director. Lo suyo con el bar fue un auténtico flechazo.  “Yo era cliente de LA MUSA antes de unirme al grupo. Sin embargo, su estilo y su personalidad me atraparon. Es un orgullo formar parte de un equipo donde radica una de las claves de su éxito”. Y es que LA MUSA imprime carácter. Desde que nació. “El proyecto inicial surge cuando sus fundadores Eduardo Basanta y Ventura del Álamo toman la decisión de iniciar un proyecto gastronómico. Algo informal, un bar de tapas. Era algo nuevo en la zona de Malasaña. Creó bastante impacto. Su apertura resultó muy novedosa. Arrancaron con una carta de 8 tapas que ha ido creciendo y evolucionando. Todos los que hemos pasado por aquí hemos aportado nuestro granito de arena y estamos muy satisfechos de ello”. A lo largo de estos años, muchos profesionales han dado forma a este concepto bohemio. Hoy, las felicitaciones llegan de medio mundo. El barrio de Malasaña acogió a LA MUSA con los brazos abiertos y el corazón entregado. “No se entiende Malasaña sin su musa. El barrio ha crecido con este bar tan genuino, hasta convertirse en una de las zonas más atractivas de la ciudad cultural y gastronómicamente.  Para celebrarlo, hemos dado un cambio al local. Ahora se ve la cocina, donde hemos incluido el horno de carbón y varios fuegos wok para llenar nuestros platos de intensidad y sabor. Mantenemos el sistema original de poleas que le otorga un aire tan chic al sitio”.

 

LOS TOMATES VERDES FRITOS SON LA BOMBA

Pensar en LA MUSA supone pensar en unas tapas deliciosas. Exquisitas. Sugerentes y basadas en un buen producto. “Ideales para los que prefieren compartir y degustar; las tapas de LA MUSA se han convertido en un referente en Madrid. La que se ha ganado el título de tapa estrella durante estos veinte años es la Bomba. Es nuestro súper clásico. La preparamos con puré de patata relleno con carne picada. Servimos con tres salsas y la base; una de espinacas, le añadimos alioli y tomate. Tiene un toque picante. Lleva desde el primer día. Nunca ha salido de la carta”. El otro must de LA MUSA son los tomates verdes fritos. “Esta tapa es otro de nuestros clásicos. Salió de la carta, pero tuvimos que volver a ofrecerla a nuestros clientes porque eran muy reclamada. Freímos los tomates y le añadimos queso de cabra rallado y confitura de higo y rúcula». El resultado se escribe con mayúsculas. Y para los que quieran probar diferentes sabores ofrecen la degustación de tapas. “La recomendamos para dos personas. Resulta muy divertido porque es realmente variada. El salpicón de langostinos, hummus de berenjena, salmón estilo gravlax, tataki de solomillo, croqueta, empanadillas japonesas o nuestras exquisitas carrilleras con setas son algunos de los platos para disfrutar en esta degustación.”

 

LA VUELTA AL MUNDO EN UNA CARTA

La carta propone divertirse. Relajarse y disfrutar. “Por eso sacamos nuestros sticky fingers, o lo que es lo mismo: el placer de comer y chuparse los dedos. Sugerimos el carpaccio roll de ternera con parmesano, rúcula y tomate cherry. Súper top, el perú lima y su ceviche de corvina. Lo servimos sobre una rodaja de lima y también se come con las manos. Este concepto nos gusta a nosotros y a nuestros clientes porque encaja muy bien con el concepto de LA MUSA”. El mortero de tomate y aguacate con nachos es muy original e invita al cliente a participar de su elaboración. “Lo servimos en un mortero para que los comensales lo ultimen. Es parte del juego y su sabor es muy fresco y natural”. LA MUSA podría definirse como ese bar de tapas con un ambiente cosmopolita que atrapa. Y en un lugar como este no podían faltar las Tapas World. “Es nuestra apuesta más internacional.  Hemos apostado por una selección muy honesta. Deliciosas las empanadillas japonesas de pollo al ponzu, la causa steak tartar de buey o el pan bao relleno de langostinos».  El guiño a la comida mexicana lo pone el taco de ropa vieja con cilantro. “Es un homenaje a esta cocina y tiene aires madrileños. Lo preparamos con salsa picante y es otro de nuestros favoritos. La carne la compramos en la carnicería de enfrente, Guticar. Tienen un producto supremo y está en el barrio. ¿Qué más se puede pedir?”. Además de las tapas, el menú diario lleva el sello de LA MUSA. “Nuestros comensales tienen la posibilidad de disfrutar de platos elaborados al Josper; como una dorada o un pollo asado; su aroma a carbón les hace muy especiales. También ofrecemos platos al wok, como los tallarines salteados con sepia o las verduras con salsa de ostras. De entrantes siempre apostamos por una crema fría o caliente. El ajoblanco de melón y el gazpacho de sandía enamoran”.

 

DE LA MAÑANA A LA NOCHE

LA MUSA supone una gran elección para arrancar el día. “Servimos los desayunos hasta las 13 horas porque hay muchos clientes que vienen más tarde a cargar las pilas. Nuestro Benedictino con pan de trigo, huevo poché, jamón de pavo y salsa holandesa es uno de los favoritos». Para completar este momento del día, “recomendamos nuestros smoothies. Tenemos cuatro diferentes. El Ginger es alucinante; lleva remolacha, piña, arándanos y jengibre. Y los más clásicos pueden tomar una tortilla de patata individual con un café y el Brasilian con açai, arándano y fresa”. Aquí, los lunes son menos lunes. LA MUSA es uno de esos templos cerveceros donde los clientes pueden disfrutar de una carta infinita de sabores y países. “Nos gusta recomendar a nuestros clientes; tostada, negra, roja o rubia clarita. Ellos eligen. De grifo tenemos Heineken y Paulaner. También disponemos de cervezas artesanales. Y hemos añadido otras opciones muy demandadas, como cerveza de trigo sin alcohol y sin gluten”. Extensa también la carta de bebidas. Ideal para disfrutar con un grupo de amigos en el salón del fondo, mucho más íntimo. “Ante esta carta tan variada, preguntamos al cliente por sus gustos y a partir de ahí recomendamos para que descubran nuevos sabores y aromas.  Siempre recomendamos nuestros cocktails. El mojito o la caipiroska de piña brillan en la carta”. Tragos para disfrutar junto a una sugerencia dulce. “Nuestro brownie de chocolate con caramelo y un helado de vainilla es un carrusel de sabores y sensaciones. También preparamos aquí las tartas: de zanahoria, dulce de leche en milhojas y chocolate”.

 

LA MUSA DE MALASAÑA

Llega la noche. Es momento de divertirse. De recrearse, de inspirarse. Y es entonces cuando Malasaña encuentra a su musa, quien le dice al oído eso de que “Veinte años no es nada…”. Una fugaz mirada hacia atrás mientras se funden en la noche más canalla y auténtica. La noche madrileña. Y LA MUSA forma parte de ese espíritu del Madrid más sugerente. Malasaña tiene en LA MUSA el verdadero espíritu del barrio. Es parte de la vida de todos.

 

GALERÍA

 

 

Fotografía de Borja Gómez

 

LA MUSA

Calle Manuela Malasaña, nº18.

28004, MADRID

Phone: 91.448.75.58

Horario: L-J 9:00 a 01:00 / V. 9:00 a 2:00 / S. 13:00 a 2:00/ D. 13:00 a 1:00

Ticket medio: 15-20 euros.

www.grupolamusa.com

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