Es ya un clásico en Malasaña, es un escenario habitual de la vida cultural madrileña. Tiene 6 años de vida y su autenticidad ha hecho que LA REALIDAD se convierta en un espacio con nombre propio en el mundo de las vanguardias. Con un proyecto muy claro, con una idea de crear un espacio para la conversación y donde se pueda ir más allá de lo establecido con la naturalidad necesaria. LA REALIDAD recibe con propiedad el apellido de BAR MÍTICO, un sitio para estar y para vivir el pulso cotidiano de la ciudad.

 

UN ESPACIO ABIERTO A TODOS

Es un enclave necesario para conocer Malasaña y todo su espíritu primigenio. Junto a la plaza de San Ildefonso, en el arranque de la Corredera Baja de San Pablo, en pleno corazón de Madrid, vive LA REALIDAD. El BAR MÍTICO que desde el principio ha sido «un lugar de encuentro, un bar donde pasan las cosas. Donde la gente se puede encontrar más allá de lo establecido. Queremos que la gente participe. En un momento de cambios como el que estamos viviendo, un bar es el sitio más adecuado para abordarlos. Lo más bonito de LA REALIDAD es que aquí han nacido muchos proyectos. Es el ejemplo más claro de lo que queremos ser», nos cuenta Javier Figarola, dueño e impulsor del espacio junto a Manuela Villa ahora encargada de la actividad artística del proyecto. Es evidente que LA REALIDAD ha sido desde siempre uno de los lugares clave para la vida y el desarrollo cultural y social de Malasaña. «Encarna de alguna manera el espíritu original del barrio, de nuestro entorno. Pero eso sí, nos gusta el Malasaña original y, desde luego, fomentamos ese espíritu. Es básica la promoción de lo artesanal, es esencial la habilitación de un espacio como LA REALIDAD para encontrarse, para hablar, para beber y comer bien, a un precio razonable; para que la gente esté bien aquí y se pueda hablar de cultura, de artes plásticas, de arte, de literatura. Nos encanta ser un lugar abierto a todos». Y esa es la imagen cotidiana del proyecto.

 

NATURALIDAD. ARTESANÍA. CALIDAD

En LA REALIDAD una parte esencial es el lado gastronómico. «Nos gusta que la gente se encuentre aquí como en su casa. Tenemos cosas muy ricas, las hacemos todas nosotros. Apostamos claramente por lo artesanal, buscamos pequeños productores y artesanos, nos gustan que sean de Malasaña y del entorno. Es una comida buena, sencilla y de calidad. Por ejemplo, uno de nuestros emblemas son los emparedados. Están hecho con pan de Panic, desde el principio, cuando Panic no era todavía muy conocido; queríamos un pan artesano y lo fuimos a buscar». Y desde luego que los emparedados están muy buenos. Por ejemplo, encontramos el de trigueros, jamón ibérico y huevo pochado; también está el de cecina, aguacate, berros y tomate; el de bacalao ahumado, aguacate, tomate y aceitunas negras, y el de pimiento de piquillo, albahaca y mozzarella o mozzarella vegana. Uno de los principios de LA REALIDAD es que las propuestas gastronómicas sean artesanas, con buen producto, pero asequibles al bolsillo. «Nos gusta hacer cosas buenas, que a la gente les guste, que disfruten, pero que no sean caras, eso lo cuidamos mucho». En la carta encontramos más propuestas: «Tenemos hummus, un salmorejo muy bueno, la tortilla de patata es fabulosa, es la más famosa de Malasaña, y el jamón ibérico que es muy bueno lo traemos de una de las jamonerías más antiguas de Malasaña, la de López Pascual. La cecina también. Queremos que la gente lo pueda pagar y que sea de aquí. Eso es muy importante para nosotros». Y en este sentido, Javier nos cuenta: «Queremos ahora tener gildas. Pues bien, lo fácil sería comprarlas ya hechas. Queremos prepararlas nosotros; primero porque serán naturales y artesanas, y además  podremos poner un precio más asequible». En LA REALIDAD «estamos abiertos a todos. Por ejemplo, aquí hay una perfecta convivencia entre veganos y no veganos. Están todos muy bien. Pueden tomar lo que más le gusta». Igual ocurre con los vinos: «vinos buenos, de pequeños productores, referencias nuevas de calidad y que se puedan pagar».  Y, por supuesto, la oferta de cervezas es muy grande, con una amplia posibilidad de cervezas artesanas. Igualmente ocurre con los destilados, con una especial mención hacia los gin-tonics «dicen que son los mejores de la zona» y que, por cierto, preparan con mucho cariño y profesionalidad. El momento de las copas nocturnas o del afterwork son dos de los momentos estrella en LA REALIDAD, siempre todo aderezado con la charla y la conversación.

 

LUGARES DE VIDA

LA REALIDAD se ha convertido, nos cuenta Javier, en «un metabolizador cultural y social de la zona». Por su parte, Manuela reconoce que «no es fácil poner una etiqueta a LA REALIDAD. Mira, cuando empezó era un local trendy y ahora es un clásico en solo 6 años. No somos cool, no somos hipster, no somos trendy. Aquí cabemos todos. Lo que está claro es que aquí no se viene a bailar, se viene a hablar, a conversar mientras te tomas un gin-tonic. No somos tendencia,vamos por delante de las tendencias. Aquí se crea y eso ocurre antes que las tendencias. Y se sigue creando. Quizá somos un bar vanguardista, en el concepto modernista del término». Y es que por LA REALIDAD acude gente muy diversa, nos recuerdan: «Por aquí vienen creadores de cine,  gente de la literatura de todas las ramas, de la política, de los movimientos sociales, de las artes plásticas. Gente de todas las edades. Somos transversales. Viene gente mayor más clásica, viene gente joven. Cualquiera que entra está a gusto. Esa mezcla es esencial. Incluso hemos organizado actividades para niños, los domingos por la mañana con magia y payasos». En definitiva, LA REALIDAD, dice Manuela, «es uno de esos lugares de vida que facilitan que ocurra la vida».

GALERÍA

 

Fotografía: JOSÉ MARTÍN-SERRANO

 

LA REALIDAD. Bar Mítico.

C/ Corredera Baja de San Pablo nº51

28004 MADRID

Phone: 915328055

Horario: L-J 19:30 a 2:00/ V-S 13:30 a 2:30/ D. 13:30 a 2:00

Precios variados y asequibles

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