En LA TABERNA DE ELIA se percibe el respeto máximo hacia el mejor producto. Un auténtico templo -imprescindible- para los amantes de la carne. De la carne, con nombre y apellidos. De la carne, que sólo entiende de excelencia. De la carne, tratada con mimo en unas brasas manejadas con verdadera maestría. Sabor pleno. Aroma mágico. Sonido y lenguaje muy expresivo. Brasas y carne. Carne y brasas. Un mano a mano primoroso y brillante. Con un resultado espectacular. Además -¡por supuesto!- en LA TABERNA DE ELIA se cuida el pescado. Se hace con esmero. En su punto. Con sosiego. Es en definitiva, la magia de unas brasas donde el producto -tierra y mar- se hace grande. Muy grande. Conservando y reforzando todo el protagonismo. 

 

UNA HISTORIA DE DEDICACIÓN

LA TABERNA DE ELIA es la historia de una convicción: el buen producto y el trabajo constante hacen posible un proyecto. Con esa idea clara y muy trabajada, Aurelian Catalin empezaba hace diez años en Pozuelo de Alarcón. Un proyecto que se ha consolidado como el gran referente de carnes y brasas en Madrid. Cata -como le conocen todos- es rumano de nacimiento, castellano de adopción gastronómica. Y está -efectivamente- siempre al pie del cañón. «Siempre estoy. Esa es una de las claves que aprendí desde el principio. Atender personalmente a cada cliente, estar en la cocina, cuidar cada detalle». Unos comienzos que nos sitúan en la provincia de Valladolid. «Concretamente en Tordesillas. Allí empecé en El Torreón con Jeremías de Lózar, un maestro parrillero que me enseñó el arte de las brasas». Una maestría que ha ido perfeccionando con los años y que ha llevado a LA TABERNA DE ELIA a estar en el top de los espacios carnívoros. «Es muy importante el producto. En este caso la carne y el pescado. Y es imprescindible la parrilla. Ahora tenemos un excelente equipo de parrilleros de manera que todo lo que sale de cocina, sale impecable. Buen producto y buen equipo». Una maquinaria que funciona como un reloj.

 

LAS BRASAS MARCAN LA PERSONALIDAD

LA TABERNA DE ELIA gira alrededor de las brasas y de la carne. Barra, terraza y sala presididas por una gran cámara de maduración de carne. «Ahora se ha convertido en algo habitual, pero cuando la instalamos nos decían que no era bueno que se viera el producto tan directamente. El tiempo nos ha dado la razón y forma parte de nuestra esencia y de nuestra razón de ser». Igual ocurre con la cocina a la vista.«Se puede ver a la perfección como se van preparando las carnes y los pescados en las parrillas fabricadas expresamente. Un buen extractor y unos cristales hacen que en la sala no llegue el olor del carbón». En LA TABERNA DE ELIA se respira ese ambiente único de un espacio de buen comer, un lugar al que se acude con asiduidad para disfrutar de la excelente cocina. De ello habla Cata, precisamente en la carta: «Fruto del amor y la pasión que sentimos por este trabajo, y en especial por nuestros dos productos más preciados, la carne y el vino, hemos elaborado esta carta, que le dedicamos, para que pueda degustar, saborear y participar, disfrutando de estos dos manjares que nos concede la vida». Y añade: «Agradeciendo su visita, su paciencia y su sonrisa me encontrarán en las brasas». Y así es. Cata es el alma de LA TABERNA DE ELIA. Está pendiente de todo. Absolutamente de todo. Y eso se nota.

 

SABORES Y SENSACIONES

En LA TABERNA DE ELIA encontramos dos cartas muy bien definidas y al mismo tiempo complementarias. Una general con entrantes, platos para compartir y pescados. Y una dedicada exclusivamente a carnes. En todo caso una propuesta que lleva el sello de la calidad. Y siempre llena de sorpresas- ¿Plato estrella, más allá de las carnes? «El pisto. Verduras de calidad que antes de la elaboración pasan por la brasa. Eso hace que sea diferente. El huevo frito le da ese toque final que lo convierte en un plato muy especial». Por lo demás, hay más imprescindibles «como el salmorejo con jamón y berenjena; los tomates según temporada siempre los cuidamos mucho; la morcilla de Burgos también es un plato obligado. Las mollejas de lechal al ajillo con huevo revuelto gusta mucho. Las habitas baby con huevo y trufa negra. Y desde luego el milhojas de micuit». Capítulo especial son los huevos. «Huevos fritos con patatas, chorizo o morcilla. Y los huevos rotos o la tortilla de patata». En los pescados «siempre estamos muy pendientes del mercado.  Cada día traemos lo mejor. Atún rojo, rodaballo, lubina, merluza. Nunca faltan el pulpo a la brasa, y buenos mariscos como las navajas, las gambas o las zamburiñas. Apostamos por lo más fresco del día». 

 

MARAVILLOSA CARTA DE CARNES

Y así llegamos a la carta de las carnes. Un auténtico espectáculo de sabor y de calidad. Se sirven chuletas y chuletones de lomo alto de vacuno «Ofrecemos habitualmente cinco tipos diferentes. Black Angus de origen americano, la Simmental alemana, la Vaca Rubia Gallega, el Wagyu japonés y el Buey gallego de raza Rubia. Nos gusta explicar muy bien las edades y maduraciones de cada una de ellas. Cada pieza es diferente. Cada una tiene su punto de parrilla, un sabor determinado o una intensidad especial. Es muy importante acertar con lo que le gusta a cada cliente».  Además se ofrecen otras posibilidades como «solomilo, secreto ibérico, chuletillas de cabrito lechal o unas deliciosas hamburguesas».  Y por supuesto el steak tartare «otra de las estrellas que cortamos a mano y que preparamos con las mejores carnes». En los postres «siempre artesanos nos gusta ir variando. Sugerencias como la tarta de Ferrero Rocher, la tarta de queso, la tarta de chocolate o la leche helada». La bodega de LA TABERNA DE ELIA está muy cuidada. «Es muy importante para nosotros, para maridar con las carnes a la brasa. Por eso se escogen con cariño las propuestas. Referencias sólidas. Etiquetas de siempre, conocidas. Y también sugerencias de bodegas pequeñas. Nos gustan también ofrecer vinos del mundo y buenos champagnes. Quién quiera pueda tomar muchos de los vinos  por copas».

 

EN SU PUNTO

LA TABERNA DE ELIA es un feliz y constante reencuetro con el mejor producto en un entorno alegre y desenfadado. Un local muy luminoso, con una amplia terraza agradable en cualquier momento del año. Una barra de picoteo para disfrutar también de los platos estrella. Y de la excelente bodega. «Nos gusta que nuestros clientes sepan que aquí siempre les estamos esperando. A cualquiera hora del día». En LA TABERNA DE ELIA siempre están preparados. Carnes y pescados. Embutidos a la brasa. Vinos especiales. Una cita -cara a cara- con el producto. Sin intermediarios y sin etiqueteras. Lo mejor de lo mejor. En LA TABERNA DE ELIA siempre se disfruta.

 

 

GALERÍA

 

 

Fotografía cedida por LA TABERNA DE ELIA

LA TABERNA DE ELIA

C/ Vía de las Dos Castillas nº23

28224 Pozuelo de Alarcón

MADRID

Phone:  911 62 74 29

Horario: L-S 12:00 a 0:00/ D. 12:00 a 17:00

Precio medio: 50 euros/ Diferentes Menús.

www.latabernadeelia.es

 

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