LOBSTERIE engancha por fuera y resulta inolvidable por dentro. Detrás de esos espejos cómplices de todas las miradas, surge un lobster bar auténtico. Muy americano. Verdadero. Con raíces francesas y producto gallego de la lonja de Ribeira. Langosta. Bogavante. Lubina. Sargo. Pastrami. Lobster roll -o lo que es lo mismo- brioche francesa con bogavante azul. Las opciones son muy selectas. La carta escueta y de una calidad suprema. La bodega en perfecta armonía con las propuestas. Un espacio chic e informal. Una cocina que se hace notar. Fascinación y encantamiento. Esto es mucho más que fast food. Ha llegado el fast good. Una revolución gastronómica para el Madrid más expectante. LOBSTERIE nos ofrece una vibrante pasión por la langosta. Un apuesta para democratizar -con chispa- este sabroso bocado.

 

MANGER ET BOIRE

LOBSTERIE respira mundo. América. Francia. Y Chueca. Lugares con mucha alma y algo en común: Arnaud Keres y Clement de la Jonquière. Ellos son LOBSTERIE. “Podemos decir que somos el primer lobster bar de Madrid. Se trata de un formato puramente americano al que nosotros le hemos dado nuestro sello francés”. Arnaud transmite su fascinación por este concepto. Tan lejano antes. Tan cercano ahora. “Llevo años queriendo montar algo así. Es fast food centrada en el bogavante. Lo que nos diferencia es la calidad. Trabajamos con un producto gallego de primera”. El nombre desvela la pasión de estos dos jóvenes por la langosta y su tierra francesa. “Queríamos que LOBSTERIE sonara francés. Porque aunque es cierto que no somos un restaurante francés, sí se perciben nuestras raíces. Es un espacio sofisticado donde ofrecemos bogavante, un producto chic que queremos hacer llegar a todos los públicos. Nuestro objetivo es convertir este producto en algo informal, para compartir y degustar durante un aperitivo, el afterwork o una cena”.

 

FAST GOOD. EXCELENT FOOD.

Siete platos y una declaración de intenciones que sorprende al paladar. “Lo que hacemos, lo hacemos bien. Apostamos por la fast good. Somos un fast food de alta calidad. Todo sale de la cocina en un máximo de 5 –7 minutos y a la vez resulta muy elaborado. Invitamos a comer con las manos reivindicando siempre la gastronomía con mayúsculas”. Ostras. Camarones. Bogavante. Todo apetece. Entra por la vista y resulta sublime. “Las ostras son francesas. Las servimos con salsa de chalotas y vinagre. El sabor a mar contrasta con un golpe de acidez. Perfectas para maridarlas con uno de nuestros champagnes en el aperitivo. Otra sugerencia: las croquetas de bogavante gallego con bechamel francesa o los camarones, que preparamos en harina de garbanzos y se comen en un puñado. Están delicioso”.

 

DE LA LONJA DE RIBEIRA A CHUECA

En LOBSTERIE, el secreto es proclamado a los cuatro vientos en esas mesas altas para compartir. “Partimos de una premisa: el producto que servimos es muy fresco. Lo recibimos todos los días. Lo pescan durante la noche, nuestro proveedor lo compra en la lonja gallega de Ribeira y nos lo manda para poder degustarlo ese mismo día”. De allí llega el bogavante: “Lo servimos en una pieza de medio kilo asado con mantequilla con patatas fritas caseras y ensalada de col. Además, entregamos un babero de plástico para disfrutarlo a tope. Sin duda se ha convertido en una de las estrellas. Perfecto para maridar con nuestro Bloody Mary con jugo de bogavante. ¿Esta combinación? Es una de las tantas ideas que van surgiendo de nuestra pasión por la cocina. Nos gusta investigar y darle cabida a todos los sabores”. Hablamos de comer con las manos. De ese aire underground y a la vez sofisticado. De disfrutar con todos los sentidos. Hablamos de LOBSTERIE. “Uno de nuestros imprescindibles es el lobster roll en brioche francesa. Es un pan excepcional elaborado con harina ecológica de masa madre. Dentro va el bogavante con mahonesa. Es un bocata para comer con las manos. Es nuestro perrito caliente de bogavante. Muy típico en un lobster bar, servido en una caja como los hot dogs de los takeaway”.

 

MUY FRESCO. MUY LOBSTERIE

Del día. Recién llegado de esa maravilla natural que es el mar gallego. No se concibe otra cosa en este lobster bar. “Nuestro producto es la estrella. Otra de las sugerencias que van cambiando cada día es el rawbar. Preparamos pescado crudo, como el atún de invierno tipo sashimi, la lubina, el sargo o la dorada. Son solo algunas de nuestras propuestas. Varían en función de la temporada y es nuestra forma de apostar por el producto fresco en todo momento”. Gastronomía con mayúsculas hecha bocata. Eso es el bocadillo de pastrami de LOBSTERIE. “En este bocado también nos decantamos por un producto de primera. Y es que esta es la base de nuestra cocina. La carne es de vaca gallega, la ahumamos nosotros mismos y preparamos al vapor a baja temperatura. La servimos entre pan de semillas con verduras encurtidas y mostaza casera. En muy poco tiempo se ha convertido en uno de los favoritos”. LOBSTERIE defiende la espontaneidad en la cocina. La diversión en los platos. Es una filosofía open mind. “Queremos romper moldes para que el cliente disfrute. Al igual que hacemos con el resto de los platos, vamos creando los postres sin clichés. Sin ataduras. Solo nacen con un objetivo: hacernos disfrutar siempre. Uno de ellos es el bizcocho con crema de limón y polvo de aceitunas negras y albahaca. La ganaché de chocolate con caramelo es otro de nuestros irresistibles.”

 

FRANCIA ENTRE COPAS

Y así llegamos a la bodega que resulta deliciosamente francesa. Acertadamente española. “Tenemos vinos franceses y españoles. Una cuidada selección por copas. Además del champagne por copa”. Aquí se disfruta de un afterwork con sabor a viñedos y châteaus. “Para terminar la jornada, proponemos una copa de champagne Gimonnet Gonet o un Paul Clouet. Chueca es un barrio donde se vive con intensidad el afterwork. Llega el momento del picoteo. Va cayendo la tarde apetecen unas ostras, los camarones y nuestro crawbar”. Los tragos son de Félix de la Cruz. “Nuestra coctelería es clásica. De una isleta que es parte de la vida del local salen los Negroni, Mojito, Old Fashion, Dry Martini y los daiquiris. Combinados para disfrutar durante una charla animada en este espacio con aires parisinos donde las columnas y el ladrillo visto contrastan con el blanco de las paredes”. Ellos mismos preparan bebidas sin alcohol. “Otra opción son los refrescos caseros, como la limonada elaborada en el momento con zumo de lima exprimida a mano y agua con gas. También tenemos tés helados y zumos con fruta de temporada”. Dentro, nada se detiene. Y ahí fuera, los espejos en los que todos los viandantes se buscan y por sorpresa encuentran algo que no esperan: un lobster bar único en Madrid que se da a conocer así: “Ojo con esto. Dos jóvenes emprendedores andan sueltos en el corazón del siempre efervescente barrio de Chueca”. Ellos lo hacen más efervescente y gastronómico. Aún si cabe. Gastronomía pura. Tendencia pura.

 

GALERÍA

 

 

Fotografía de Borja Gómez

LOBSTERIE

Gravina nº17

28004 MADRID

Phone: 912 992 399

Horario: M-S. 18:00 a 00:00 / V- S. 13:45 a 16:30/ 18:00 a 00:00 / D. 13:45 a 17:00/  Lunes cerrado.

Precio medio: 30 – 35 euros

www.lobsterie.com

Pin It on Pinterest