NINJA RAMEN es una vuelta a las tradiciones. A una cultura milenaria donde el sabor y las texturas llegan del lejano Oriente. A esas tabernas japonesas donde disfrutar de la cocina más auténtica. Aquí el ramen es el plato estrella y se presenta hasta en nueve variedades diferentes. Pero hay mucho más. Deliciosas las gyozas, el karaage, el har gow y el okonomiyaki. Nombres imposibles que suenan exquisitos. Recetas de siempre acompañadas de un buen sake y refrescos con canicas en su interior. Este restaurante es un guiño a las costumbres del país asiático. Una ruta gastronómica para saborear con palillos en un tatami. 

 

UNA TABERNA JAPONESA EN EL CORAZÓN DE MALASAÑA

NINJA RAMEN es la historia de las izakayas. Del ramen y los nigiris. Es la historia del sake. Una cultura gastronómica milenaria que está más viva que nunca. Paloma Fang, madrileña con raíces asiáticas, es el alma de este espacio. Sus padres de Taiwan y su abuela de Kioto le han inculcado todo el cariño y respeto hacia sus raíces. “NINJA RAMEN es un pedacito de Japón en Madrid. Una izakaya, es decir, una taberna japonesa de siempre donde probar los platos tradicionales japoneses que nosotros comemos en los puestos callejeros y en casa. Queremos que se conozca la verdadera riqueza de la gastronomía japonesa. Porque en Japón no solo hay sushi, sashimi y pescado crudo. La oferta resulta muy interesante y en España todavía no la conocemos en su máximo esplendor. Aunque es cierto que nuestros clientes se van familiarizando con nombres que antes resultaban muy extraños y cada vez se van haciendo más comunes; como el sukiyaki o el mushimono”. En este restaurante la tradición se saborea en la fresca ensalada wakame. En las gyozas. En los baos. “Apostamos por la cocina de la que hemos disfrutado desde nuestra infancia. Y trabajamos para mantenerla”. NINJA RAMEN es “una taberna que propone un viaje por los sentidos al Japón más auténtico. Al verdadero Japón. Es un cachito de este país oriental en el corazón de Malasaña”. Una experiencia que va más allá del paladar. “Queremos que los clientes vean cómo cocinamos. Por eso la cocina queda a la vista. Se integra a la perfección para que el disfrute empiece mucho antes de que llegue el plato a la mesa”.

 

UN COCIDO JAPONÉS LLAMADO RAMEN

A primera hora el local se llena de asiáticos. “Muchos coreanos, japoneses o chinos vienen a disfrutar de una comida auténtica y les encanta”. El imprescindible es fácil de reconocer en esta taberna de madera: “Apostamos por el ramen, un plato elaborado a base de fideos chinos servidos en un caldo cuyos ingredientes varían hasta multitud de versiones. Es muy completo, saludable y aporta energía ya que lleva verdura, pescado, pollo o cerdo”. Para Paloma, el ramen es “como un cocido madrileño en versión japonesa. Su preparación es lenta y muy elaborada. Lo cocinamos durante 12 horas, ¡Hasta la pasta la hacemos a mano! El que más gusta es el Miso ramen; con hueso de cerdo asado y verdura en caldo de miso. Lleva algas, puerros, maíz, verdura china y crema de miso blanco. Otro de los ramen estrella es el Shoyu Ramen, con caldo de la casa tradicional”. En NINJA RAMEN nos proponen degustar este plato al más puro estilo japonés: “Hay que sorber la pasta. En mi tierra se hace así, con ruido. Ante posibles manchas, servimos a los clientes un babero especial para disfrutar del ramen sin mancharse». Hay hasta nueve variedades diferentes: “el Congyou ramen lo servimos en seco y sin caldo; con puerro tostado y Char siu asado. El Curry ramen lleva pollo de corral  y verduras en caldo especial sabor a curry. Imprescindibles también el Spicy Ramen y el Vegetal ramen”.

 

SABORES ASIÁTICOS DE SIEMPRE

Antes del ramen, los entrantes se dejan querer. “Para abrir boca recomendamos la wakame salad; nuestra ensalada de algas con semillas de sésamo. También el karaage; pollo de corral marinado y tempurizado crujiente en katakuriko con mayonesa especial.  Por supuesto, nuestras gyozas japonesas rellenas de carne o de verduras crujientes; sin olvidar los baos o makis”. Y entonces, llega uno de los momentos culmen. Un instante irrepetible que surge ante la empatía con el sukiyaki. “Se trata de un plato muy casero y tradicional. Lo presentamos en una cazuela con wagyu laminado, verdura tofu y caldo de mirin que se cuece a fuego lento en la mesa. De esta forma, el comensal interactúa con el plato, por lo que resulta muy interesante». Hay más sugerencias: “El okonomiyaki. Podríamos compararlo con una tortilla que se prepara en la calle; la base la elaboramos con huevo, harina y repollo. Entre nuestras especialidades; la de marisco; pulpo y gambas. El atún seco lo servimos muy fino y visualmente es una maravilla porque apreciamos un movimiento muy ligero y sutil. También la preparamos de bacon y queso o vegetal”.

 

CERVEZA DE ARROZ Y REFRESCOS CON CANICAS

Japón late en cada uno de los rincones de esta taberna. “Podemos acompañar esta comida con nuestras cervezas japonesas artesanas de arroz. Sentimos que Japón está mucho más cerca porque son muchos los que vienen y directamente nos piden una Sapporo”. O un té. “Para disfrutar al máximo de nuestro ramen, sashimi o nuestras anguilas asadas; muchos apuestan por un té verde o de jazmín. Bebidas muy digestivas  que podemos disfrutar durante la comida o en la sobremesa”. Y por supuesto, el gran aliado de estas delicias es el sake: “Hay muchos mitos en España respecto a esta bebida. Los españoles piensan que se toma caliente, pero no es cierto. En Japón lo calentamos solo cuando hace mucho frío. El buen sake se bebe a la temperatura del vino, con el que me gusta compararlo. Aquí lo tomáis de uva y en mi país de arroz. Para nosotros, es todo un ritual saborearlo durante el almuerzo”. En NINJA RAMEN, el sake se cuela hasta en esos refrescos tan divertidos: “Ofrecemos de melocotón, uva y lichi”.  Todo un espectáculo son los sin alcohol. “El Ramune es un auténtico show. Lleva gas y lo servimos natural y de lichi. Es muy diferente al concepto que tenemos de refresco en Occidente porque la botella está sellada con una bolita de cristal. Para abrirla,  debemos empujarla y es entonces cuando las burbujas estallan dentro del bote”. La primera vez que se descubre, siempre despierta una sonrisa.

 

ALMUERZO EN UN TATAMI

El postre supone un final perfecto. “Para terminar proponemos el mochi; un pastel de arroz relleno de queso, vainilla, sésamo, té verde, mango o vainilla. Un bocado delicioso con una textura muy particular». Y es que en esta taberna todo está hecho con mucho cariño. Paloma, siempre pendiente de que todo esté en su punto. “La decoración es muy personal. El diseño es mío. Ahora que lo asiático está tan de moda quería ofrecer algo diferente. Nuestro objetivo es que todo el que entre en el restaurante tenga la sensación de que ha viajado miles de kilómetros y está disfrutando de un ramen delicioso en cualquier punto de Japón”. Farolillos colgados, recipientes de sake repartidos por la barra. Y al fondo, en un rincón, un kiosco de madera. “Lo mandamos construir expresamente para el local y se puede comer también aquí. Es muy especial porque evoca tiempos pasados en los que las señoras preparaban el ramen en la calle. Es una oda a la cultura gastronómica japonesa”. El local está dividido en tres zonas. La favorita es toda una sorpresa para los que vienen por primera vez. “En la parte de arriba hay un tatami que permite disfrutar de una comida al más puro estilo japonés, sentados en el suelo. Es un lugar para 4 personas como mínimo en un ambiente muy genuino. Importante: hay que reservar”. Para disfrutar de NINJA RAMEN solo hay una premisa; coger unos palillos, cerrar los ojos por un instante y dejarse llevar por esa oleada de tradición y sabor asiático. La de las tabernas japonesas donde el ramen se toma a sorbos en una calle cualquiera de un país que se acerca al nuestro. Un país llamado Japón que se siente muy fuerte en Madrid.

 

GALERÍA

 

Fotografía de Borja Gómez

NINJA RAMEN

C/ Barceló, 1

28004 MADRID

Horario. De L-D 13:00 a 16:30/ 20:00 a 00:00

Phone: 91.493.99.93

www.ninjaramen.es

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