A un tiro de piedra de Madrid. En Ocaña, a pocos metros de una de las plazas mayores más bonitas de España, irrumpe PALIO, un restaurante con siete años de vida y que ahora mismo es considerado como uno de los lugares gastronómicos más importantes en las cercanías de la capital. En esta localidad toledana se rezuma historia y literatura por los cuatro costados. En esa plaza mayor de dimensiones similares a la de Valladolid, Salamanca o Madrid cada año se representa, con el pueblo entero en la calle, la obra de Lope de Vega “Peribañez y el Comendador de Ocaña”. En un gesto de responsabilidad popular e histórica que demuestra que la literatura y la historia tienen para siempre un recuerdo en este punto de la geografía española.

 

TRADICION “PANARRA”

Con esa misma responsabilidad, con esa misma pasión por reivindicar lo propio, los hermanos Jesús Ángel e Isaac Gómez Monedero llevan con mano maestra PALIO. El primero en las cocinas, el segundo en la sala y en las bodegas. PALIO es un auténtico primor, donde se cuida cada detalle y donde se respira por encima de todo el origen familiar panadero. Este restaurante se puede considerar un adelantado a su tiempo: el pan forma parte de la carta y el pan, por lo tanto, se hace en casa con cuidado y con esmero. Todo el pan es artesano. Es un restaurante panarra de pura cepa. No cabe estar degustando unos boletus con huevo escalfado o un cordero relleno de salchichas de Ocaña y que el pan que se sirva sea un pan industrial por muy cualificado que resulte. Pan artesano; pan elaborado cada día por el propio Jesús Ángel a primera hora de la mañana. El pan se tiene que hacer en el restaurante”, afirma convencido y encantado de hacerlo así.

 

CALIDAD E IMAGINACION

PALIO es ya una realidad gastronómica cualificada, a un precio cuidado. Pero es importante que quede dicho cuanto antes: PALIO es una apuesta de futuro llamado a llegar muy lejos. Por la calidad de su cocina, por la imaginación de su concepto gastronómico, por el esmero de su bodega, por la atención en la sala y por el constante trabajo de innovación que los hermanos Gómez Monedero están ejerciendo desde este rincón de la historia.

 

BUENA ESCUELA

Los dos tienen muy buena escuela. Jesús Ángel tuvo de maestro a José Luis Armendariz, estuvo también en El Bohio en Illescas con Pepe Rodríguez, en Matteo en Oiartzun, en el Hotel Ritz de Madrid, en Arce con Iñaki Camba y, por supuesto, en el Racó de Can Fabes con Santi Santamaría; Isaac ha pasado por el Hotel Palace y por el Hotel Ritz en Madrid; cuatro años estuvo en Zalacaín, en El Bohio, en el Racó de Can Fabes y varios años, también, en Londres en Cambio de Tercio. En fin, como se ve, jóvenes pero sobradamente preparados.

 

CASA DE COMIDAS DE LUJO

Por eso tienen muy claro que PALIO es y tiene que ser una casa de comidas de lujo. Esa es la definición de PALIO. Recuerdan también que Ocaña por encima de otras consideraciones es una encrucijada de caminos y, por eso, su cocina tiene que responder a esa demanda. Una cocina de proximidad y actual. Cocina actualizada sin localismos, pero con raíces. Y siempre con respeto a la receta. Cocina global, añaden y explican la cocina de toda la vida. Por algo será que desde 2013 son miembros de los Jóvenes Restauradores de Europa.

 

MANDA EL PRODUCTO

En esta nueva temporada en PALIO se ha innovado y mucho en la carta. Una oferta de producto. Se quiere visualizar la materia prima lejos de otras decoraciones y acompañamientos. En una carta limpia y amplia de líneas se ofrecen los primeros, las carnes y el pescado del día. Todo cuidado y explicado donde manda cada producto de forma sencilla, pero también de manera rotunda. En los primeros encontramos pularda, raviolis, arroz o vieras, entre otras cosas, y de plato principal perdiz, cordero, ciervo o manitas. Todo cocinado con esmero, con mucho esmero; con la tradición en una mano y la imaginación en la otra. Por ejemplo, los raviolis de chicharrones con callos de bacalao; las vieras con migas a la marinera; la perdiz a la Toledana con judías blancas o las manitas de cerdo deshuesadas. Cada plato impecablemente presentado, cada guiso en una búsqueda evidente por las raíces, cada receta basada en la tradición, pero sin olvidarse en buscar aportaciones novedosas. No hay carta de postres; cada día se ofrecen dos postres hechos en el momento. Siempre nuevos, siempre realizados por esas manos pasteleras de Jesús Ángel. El postre se hace y se come en el momento. Y doy fe de ello, después de degustar un mil hojas de chocolate con queso fresco. Natural. Espectacular. En la sala y en la bodega está Isaac. La carta de vinos muy amplia, cambia con una cierta frecuencia, vinos de la tierra, pero también referencias de toda España. Escogidas con razones y pensando siempre en las peticiones de los clientes.

 

COCINA SINCERA

Los clientes siempre son tratados como amigos; a los que se les da de comer y de beber lo que quieren, no lo que se les antoja a los dueños del restaurante, nos dicen. Por cierto, aviso para navegantes, Isaac nos cuenta que vuelve el brandy: esa copa tan española para disfrutar en las sobremesas. Vuelve el brandy para sobremesas y veladas nocturnas. Tomamos nota. Lo dicho. PALIO es cocina de primera. Es cocina sincera. Es cocina sin subterfugios. Es la cocina de siempre en el siglo veintiuno. PALIO es mucho.

 

GALERÍA

Fotografia: JOSÉ ANTONIO TORRALBA, cedidas por el restaurante y CEVICHE DE SANDÍA

 

PALIO.
Calle Mayor 12. OCAÑA
45300 TOLEDO.

925 13 00 45

 

www.paliorestaurante.es

 

Cubierto medio 30/35 euros.
Menú Palio 28 euros.
Gran Menú Palio 45 euros.


* Abierto mediodía de miércoles a Domingo.
* Abierto noche viernes y sábado.
* Degustaciones de vino y quesos internacionales. Viernes noche 10 euros.

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