PÓLVORA es una de las sensaciones gastronómicas del año en Madrid. Cocina muy cuidada, elaborada con precisión y creatividad. El ambiente y la atmósfera es -sin duda- esencial en su forma de ser. Nocturnidad y ganas de pasarlo bien. Así se vive PÓLVORA desde el primer instante. Un cierto estilo canalla, pulido con el buen gusto de otras épocas. La cocina se rinde al estilo del chef para quién el sabor es imprescindible. En PÓLVORA, saben muy bien que no quieren crear expectativas falsas, ni puestas en escena desmedidas para una gastronomía española, joven y tradicional. Elaborada con personalidad y ganas, saboreamos propuestas como el brioche de sopa de cebolla y anguila; el hummus de alcachofa y chipirón; la lasaña de gambas y hongos o la picaña de vaca. Un restaurante perfecto donde comer bien y pasar un buen rato. Para ver y ser visto, en su agradable terraza que ya se ha hecho un hueco en la noche madrileña. Este espacio es tendencia y merece la pena saborearlo en cada momento.
COMIDA RICA EN UN SITIO DE MODA
En PÓLVORA saben transmitir una divertida e impactante cocina viajera. Y es que sus creadores tenían muy claro -desde el principio- que «querían que estallara la pólvora». De hecho, la idea primigenia era representar una casa colonial mexicana que hubiera explosionado. Ese es el alma del local. Así se percibe y se respira. Y la acogida ha sido y es explosiva. “Un restaurante donde la gente puede cenar en un sitio bonito, chulo, un local de moda en donde trabajamos mucho para que se coma muy bien”. Con esa premisa trabaja el chef Gonzalo Sainz, formado en DSTAGE con Diego Guerrero, y alma gastronómica del espacio. En PÓLVORA se apuesta por un estilo vintage en lo estético con una impronta sorprendente y armónica. Personalidad propia y diferente de la que se ha encargado el estudio de arquitectura e interiorismo Sayans Bengoa. Ideas claras que hacen que nos encontremos en un local muy diferente. “Hemos creado la idea del restaurante en sintonía con nuestras personalidades». En sala nos encontramos con Diego Rojo Núñez. Él es el encargado de «encender la pólvora en el trato directo con cada comensal». No en vano, se ha formado en el restaurante Cándido en Segovia y también en Lakasa en Madrid. Cuenta con una gran experiencia y su método de trabajo es deshinibido y a contracorriente. Conoce bien los entresijos de PÓLVORA y disfruta con lo que hace. “La idea original era distinta. Poco a poco hemos ido incorporando ideas e influencias que han ido dando forma al proyecto. El objetivo era diferenciarse.Sabores reconocibles pero en platos diseñados de otra manera”. Un cóctel con tequila que no sabe a tequila. Casquería en platos bien ejecutados. Algunas sorpresas en presentaciones con estilo propio, algunos muy elogiados: “Nuestra tarta de queso, se hace en el momento. Recuerda a un coulant. Creemos que es algo distinto del resto. Se elabora con quesos ahumados de tres tipos manchegos de cabra, que nosotros terminamos de ahumar en el horno Josper. Solo lleva el dulce de la galleta. Una galleta Maria de toda la vida”.
EN BUSCA DEL SABOR
Producto honesto con el cliente a un precio razonable. Tienen una máxima que nos recuerda que “cocinar rico no cuesta dinero”. Sofritos, fondos, buenos caldos, reducciones de salsas. De eso -y mucho más- va la gastronomía en PÓLVORA.“A mi lo que me importa es no crear expectativas falsas sobre nada. Las vajillas son sencillas y en torno a la comida a mi me gusta la honestidad. Lo importante para mi es el sabor. Que las cosas estén ricas y que no haya espectáculo, ni esferificaciones, ni puestas en escena. Buscamos el sabor”. Gonzalo hace su propia cocina y defiende un estilo propio: “Nos han puesto muchas etiquetas como cocina fusión o mediterránea pero lo que tratamos es de buscar sabores que sean potentes y diferentes de lo que hay en la oferta madrileña”. Con esa premisa se atreve con sugerencias como «un delicioso sándwich cubano. Un entrante perfecto y recomendable como la ensalada de ajoblanco y ortiguilla; el Säam de atún picante o la zamburiña con papada». Otras propuestas para tener en cuenta es «la ensalada de caballa y tomate o la papa canaria, foie y ají de gallina». Platos bien ejecutados y armónicos en la mezcla de sabores, muy adecuados para iniciar una buena experiencia. Entre los principales, uno de los imprescindibles es «el arroz con butifarra y ajetes, y por supuesto la castañeta de wagyu y aligot. Deliciosa la dorada con puerro asado y meunière de hinojo o la picaña de vaca madurada». Platos en busca de sabor y referencias clásicas pasadas por el fuego lento de una personalidad equilibrada y respetuosa con la tradición. En los postres además de la afamada tarta de queso, merecen un guiño «el milhoja de melocotón o un increíble alfajor. Sin olvidarnos del crumble de manzana a la brasa».
BODEGA Y COCTELERÍA PARA DISFRUTAR VINOS PARA DISFRUTAR
Otra de las especialidades de PÓLVORA son sus cócteles. Comenzando por sus divertidos Sherrys. «¿Fuego? No thanks. Mírame cuando te hablo. Voy a perderte. Mary». Uno de los más solicitados es el Bloody Mary “Polvora” y el cóctel de champagne: G.H Martel. No falta la Michelada. La carta de vinos cambia periódicamente para agradar a los más exigentes buscadores de la variedad. Referencias de diferentes Denominaciones de Origen siempre muy sugerentes: Madrid, Palma, Priorato, Ribera del Duero, Sierra de Gredos, Conca de Barberá, Valdeorras o Rias Baixas. De ellas, una excelente selección de vinos por copas que hacen de cada visita una gran experiencia. En definitiva, PÓLVORA –uno de los restaurantes de moda en Madrid- sabe muy bien cuidar una propuesta única y diferente. Un lugar para encontrarse, divertirse, saborear el tiempo y disfrutar de una cocina expresiva, viajera y con mucho sabor.
GALERÍA
Fotografía de Borja Gómez
PÓLVORA
C/ Juan Bravo nº23
28006 MADRID
Phone: 910 518 450
Horario: L-D. 12:00 a 2:00
Precio medio: 45-50€