El escaparate de WICKED SWEET recuerda al de una de esas películas en la que los niños se quedan atrapados por un universo de dulces, pasteles y tartas. En esta pastelería artesana del barrio de Argüelles se contempla a diario esa misma escena, aunque en esta ocasión los protagonistas son mayores y pequeños. La oferta que nos encontramos es tan jugosa y atractiva que se ha convertido ya en un lugar de encuentro para desayunar, merendar, disfrutar de una tarta o llevársela a casa para un cumpleaños o una celebración. Es el embrujo que tiene el dulce.

 

UNA PASTELERÍA ARTESANA

En el local que ocupa WICKED SWEET, ya existía una pastelería cuando Matías Graziano y Sebastián Aguerre decidieron embarcarse en este proyecto. Pero desde el primer momento tenían muy claro que lo que querían era una pastelería artesana, dedicada especialmente a las tartas. Ahora la oferta ha ido creciendo y ya es muy amplia. Todo absolutamente todo se hace de forma natural y sana en el obrador que tienen en el mismo local. «Queríamos una pastelería casera, una pastelería de siempre donde la harina sea de calidad, los huevos de granja, el cacao muy bueno y que la leche, la miel, el queso o el azúcar glas, todo lo que utilizáramos, fuese natural. Y así es; por ejemplo, la fruta es fruta, la compramos y la preparamos para las tartas. No hacemos nada con preparados, ni con productos ya elaborados. Lo hacemos todo nosotros«, nos cuentan Matias y Sebastián. Y añaden: «Cuando hacemos la tarta de zanahoria, que es uno de nuestros grandes éxitos, compramos las zanahorias en la frutería y la rayamos aquí, una a una. Eso es lo que hace que nuestras tartas sean diferentes. Tienen un sabor, un color, una textura de productos cien por cien naturales. Igual hacemos con las naranjas, con la lima, con todo». Matías y Sebastián son argentinos. Llegaron a España hace unos años y su trabajo profesional discurría lejos de la hostelería; aunque es verdad que Matías sí que tiene una tradición familiar pastelera, pero no en un negocio de estas características. Por esas cosas de la vida, les surgió la posibilidad de quedarse con el local y «sacamos la vocación emprendedora que llevamos dentro y nos subimos a esta aventura». En 2015 nació WICKED SWEET, un lugar donde el dulce te cautiva desde que entras.

 

LA ESTRELLA ES LA TARTA DE ZANAHORIA

WICKED SWEET es «una pastelería artesana de toda la vida». Esa es la definición más acertada para este local decorado con un genuino estilo vintage y es que «todos los muebles que hemos ido incorporando a la tienda son antiguos, queremos que recuerden al salón de nuestras abuelas, queremos recuperar los sentimientos de siempre, los sabores y las sensaciones de toda la vida. Nos encanta saber que a los clientes nuestras tartas y bizcochos les conducen a la infancia».  Las tartas se elaboran a diario. Además se pueden encargar para cualquier tipo de evento o celebración. «Mucha gente se lleva las tartas enteras, pero también las vendemos en porciones y muchas veces incluso se llevan una tarta grande, pero compuesta por porciones de distintos sabores». La oferta es amplia y jugosa: «Es difícil quedarse con alguna en concreto. Hay que reconocer que la estrella es la tarta de Zanahoria. Aunque todas gustan mucho». La lista de tartas es muy completa: la Guinness es fabulosa, la de Oreo, increíble, la Red Velvetexquisita, la de Queso con dulce de leche o con frutos rojos, fantástica y la citada de Zanahoria es la más reclamada. Los bizcochos también ocupan un capítulo muy especial en WICKED SWEET: «Los cuidamos mucho. El bizcocho casero es como el bizcocho de nuestras abuelas, así nos lo dice mucha gente. Tenemos también el plumcake de limón glaseado; y atención al de jengibre y naranja. Hay que mencionar desde luego el brownie que también elaboramos con nueces y con tarta de queso. Por ejemplo, las nueces no son industriales sin más. Las preparamos aquí, por eso gustan tanto y tienen un sabor auténtico».  Y en esta lista de dulces que cautivan encontramos también: «las cookies que entusiasman; tenemos con lacasitos, chocolate y con avena y arándanos. Y los cupckaes es otra de las referencias obligadas». Y desde luego los Roll arrasan, «el de canela es fabuloso, sin olvidarnos de los de manzana y el de frutos rojos». La realidad es que WICKED SWEET se convierte a diario en una explosión de ilusión y de dulce. Un dulce casero, natural «y eso entre nuestros clientes ha calado. Cuando vienen una vez, después vuelven y vuelven».

 

EL EMBRUJO DEL DULCE

En WICKED SWEET no han hecho más que empezar. Así nos lo cuentan Matías y Sebastián: «Queremos ampliar la sala, cada vez hay más demanda. Empezamos despachando tartas y bizcochos; después incorporamos una zona para poder merendar y tomar el café aquí mismo. Y ahora tenemos que volver a ampliar el espacio de degustación. Ofrecemos café, infusiones y refrescos.  A nuestros clientes les gusta estar aquí disfrutando, con buen ambiente, música agradable. Es un ambiente muy genuino, lo hemos ido decorando nosotros mismos y resulta muy acogedor». Igualmente ocurre con la carta, ahora mismo se elaboran a diario más de 35 productos dulces y la carta sigue creciendo. «También preparamos eventos, cumpleaños, celebraciones e incluso bodas. Estamos muy contentos. Hay una clara demanda hacia todo lo natural, artesano, bien hecho. Y nuestros clientes saben que todo lo hacemos nosotros». En WICKED SWEET cada novedad tiene un largo proceso de elaboración. Matías y Sebastián lo prueban y lo testan hasta que dan con el punto exacto. «Por ejemplo en Navidades, nos estrenamos con los roscones, dimos con el punto exacto y vendimos muchísimos. Nos los quitaban de las manos. Fue un éxito absoluto». E insisten: «Ahora mismo se quiere y se valora todo lo artesano. Se quiere saber que se come y por eso gusta tanto lo que hacemos». La vuelta constante a las raíces artesanales se ha convertido en el éxito de WICKED SWEET que encierra en su nombre la magia del dulce. «Con este nombre queríamos trasladar el mensaje de que el dulce embruja y encandila». Algo que desde luego han conseguido.

 

GALERÍA

 

Fotografía:JOSÉ MARTÍN-SERRANO

 

WICKED SWEET

C/ Guzmán el Bueno nº45

28015 MADRID

Phone: 911529974

Horario: De 9:00 a 15:00/ De 16:00 a 21:30/ S.y D. De 10:00 a 15:00 de 17:00 a 21:30

www.wickedsweetmadrid.com

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