Es el momento de disfrutar de SAVAS plenamente. Estamos en una coctelería de paredes de azulejo blanco y pequeños detalles que marcan la diferencia. Es un espacio muy auténtico de Lavapiés y que en muy poco tiempo se ha convertido en pura tendencia. Aires clandestinos para un lugar de verdadera peregrinación coctelera. Una dirección obligada para conocer ese Madrid que vive lejos de circuitos comerciales. Cocteles “con twist” con mucha personalidad. Es tiempo de conocer una coctelería donde los  tragos son todo menos previsibles. Calidad y creatividad van de la mano sin perder un estilo casero. Cócteles con un toque personal, de experiencia de vida, para un espacio creado con mucho cariño. Es el primer local propio de esta pareja -Dovi y Gintas- de orígen lituano. Un lugar abierto al entorno. Con muchas ganas de compartir su pasión. Vibraciones de bar de barrio con una coctelería de excelencia.

 

DE LITUANIA A MADRID

Dovi y Gintas son de Lituania. “Nos conocemos desde ni sabemos ya cuantos años, 14 o 15 años. Somos pareja”. Finalmente, han acabado en Lavapiés, el lugar donde empezó su vida en España. “Hace 11 años cuando llegamos a Madrid vivimos precisamente aquí en Lavapiés en la calle Mallorca y ahora abrimos nuestra propia coctelería en el mismo barrio. Nos gusta mucho. Siempre lo hemos sentido como nuestro. Uno de los objetivos buscando el local era que fuese Lavapiés. Y gracias a Cervezas La Virgen lo hemos conseguido”. SAVAS se ha instalado en una antigua cervecería de la conocida marca madrileña. Sus carreras profesionales les han hecho conocer -desde dentro- restaurantes de referencia como SUDESTADA donde han trabajado los dos; concretamente en coctelería durante 8 años en el caso de Gintas, o también en PUNTO MX. Este bartender es autodidacta. “Creo que cuando no tienes una escuela detrás no tienes tantas normas a las que estar sujeto. Tienes más libertad para experimentar”. Experiencia en hostelería y trayectoria vital volcada ahora en SAVAS. “Buscábamos un sitio un poco diferente a los que hay por aquí en Lavapiés. Una coctelería. No había nada como tal. Una coctelería con un estilo casero. Lavapiés siempre ha sido relacionado con cañas y terracitas. Y creemos que hacía falta calidad. La gente de por aquí merece tener un sitio donde pasar un rato agradable y tranquilo disfrutando de un buen cóctel, un buen vino o una buena cerveza. La idea también es que las personas que trabajan en hosteleria, compañeros, vengan por aquí también a descansar de su trabajo”. De hecho el nombre del establecimiento lo explica con una energía muy acogedora: SAVAS es una palabra lituana que tiene muchísimos significados. Uno de ellos sería el nuestro, el propio. Pero también se usa para una persona. SAVAS no es exactamente amigo pero es SAVAS. Te conozco, me caes bien y me alegro de que estés aquí. Es casi como un miembro de la familia”. Ya se está empezando a crear una pequeña comunidad SAVAS: “Hemos empezado con nuestros vecinos, curiosamente ya tenemos unos cuantos que viven justo en frente. Y ya hemos observado varias escenas aquí que se sientan 3 o 4 personas que no se conocen entre ellos. Y a partir de ahí empiezan a conocerse. Funciona. Es guay”. Un punto de encuentro informal y relajado difícilmente etiquetable.

 

CÓCTELES CON PERSONALIDAD

La mejor hora para pasarse por el SAVAS es entre las 21:30 y las 22:00. La visión coctelera de Gintas bien merece acercarse a un barrio en pleno apogeo creativo para dar cuenta de uno de sus tragos. Toda una experiencia. “Obviamente todos los cócteles están basados en recetas de cócteles clásicos y todos tienen un «twist» o un cambio. Estas preparaciones te permiten jugar”. Una simple limonada en SAVAS es todo menos simple. “Está hecha con panela, con un té de hielo ahumado, tiene un toque picante de chile mulato. Nos parece divertida. No te esperes un sabor a limón con un toque de menta, eso sería muy aburrido”. Hay mucha marcha en estas bebidas. Hay que probar por ejemplo «el Bloody Mary con vodka, zumo de tomate, rábano picante y soja dulce o el Bourbon Smash a base de Maker´s Mark Bourbon, azúcar, lima, naranja, jengibre y ginger beer casero». Otro imprescindible es «el Milk and Honey preparado con Bourbon lavado con leche, miel fermentada, clara de huevo, zumo de lima y azúcar». También muy apetecible «la Caipirinha con lima, panela y cachaça Velho Barreiro». Y desde luego «el Tom Collins a base de ginebra Saffron, lima, perlas de granada y el toque de la casa; o el Smoky Sour con whisky Penderyn, almíbar de té ahumado y clara de huevo». Deliciosas revisiones de cócteles clásicos que dejan sabores perdurables en la memoria.

 

CALIDAD Y VARIEDAD

En SAVAS no todo es coctelería. Otras bebidas llaman la atención por su calidad. Es posible tomarse una copa de cava como «el cava Pere Mata, Brut Nature Reserva 2016 criado con las levaduras madres durante 2 años; un Pies Garnachus, un vino de elaboración artesanal; así como un Côtes du Rhône rouge, biológico y sin filtrar». En cervezas, La Virgen manda, desde la Madrid Lager, Jamonera o IPA pasando por Trigo Limpio. Aquí se puede disfrutar de destilados de la talla del whisky escocés Glenrothes, Tomatin 12 años o el galés Penderyn. Entre sus joyas mezcales están Machetazo, Gusano Rojo, Herradura Blanco o Herradura Reposado. Desde Polonia el Vodka Bellvedere o Ursus de Países Bajos. De Venezuela se sirve Ron Diplomático y de Barbados llega Plantation Barbados. Sin duda un paraíso espirituoso y coctelero en el integrador corazón de Lavapiés. SAVAS es un ejemplo único de un Madrid que vive intensamente.

 

GALERÍA

 

Fotografía de Borja Gómez

SAVAS

C/ De la Sombrerería nº3

28012 MADRID

Horario: L.18:00 a 0:30/ M. 18:00 a 1:30/ X. 18:00 a 2:00/ J-S 18:00 a 2:30/ D. 13:00 a 17:00

Precio medio: 7 euros

SAVAS.INSTAGRAM

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