En el valle del río Arlanza, a solo 40 kilómetros de la ciudad de Burgos, la tradición vitivinícola se saborea bajo una denominación de origen con una marcada personalidad. Los vinos D.O. ARLANZA ofrecen un empuje de sabor, notas, matices y aromas. Viñedos del siglo X cuyas bodegas se sitúan hoy a la vanguardia. El trabajo bien hecho es el legado de estos vinos que bien merecen una cata.

 

LA TIERRA DEL VINO

Lerma es la sede del Consejo Regulador D.O. ARLANZA. Unos vinos con mucha historia cuyo legado se mantiene vivo en pleno siglo XXI: “La Denominación de Origen ARLANZA nace en el año 2007 aunque la tradición vitivinícola en la comarca del Arlanza se remonta al siglo X, del que se conservan reseñas históricas de la existencia de viñedos en manos de los monasterios. Hoy, la demarcación geográfica del Arlanza se sitúa en la zona centro de la provincia de Burgos. A unos 40 kilómetros de la capital hacia el sur. Situada en el valle medio y bajo del río ARLANZA y de sus afluentes hasta su confluencia con el Pisuerga y sur-este de Palencia”. La Ribera del ARLANZA es una de las comarcas de Castilla y León con más tradición vitivinícola. “Actualmente, la zona de producción abarca 962 kilómetros cuadrados. Se sitúa en el centro de la provincia de Burgos y se extiende a lo largo del valle medio y bajo del río ARLANZA, en torno a la localidad de Lerma y llegando hasta la provincia de Palencia. Los vinos elaborados en esta zona son vinos de la tierra poseedores de la denominación de origen ARLANZA”. Sus bodegas, “tienen un fuerte carácter familiar y cuentan con nuevas y modernas instalaciones bodegueras con los últimos medios adaptados y los más innovadores métodos de fabricación, lo que permite poner la tecnología al servicio del vino”. En ARLANZA, “la cultura se convierte en vino” para saborearla y disfrutarla en unos parajes de ensueño.

 

UN MUNDO LLENO DE HISTORIA

Entre los municipios más sobresalientes de la comarca del ARLANZA habría que destacar la Villa Ducal de Lerma con su magnífico entramado urbano, el espectacular Palacio Ducal, la plaza mayor y el Mirador de los Arcos. Otro ejemplo de la riqueza de la zona es la villa de Covarrubias, uno de los conjuntos de arquitectura popular mejor conservados, avalada por su reconocimiento de declaración de Conjunto Histórico-Artístico Nacional en 1965 y por otros premios de excelencia turística y embellecimiento. De este a oeste sobresalen otros núcleos de espectacular belleza como son Barbadillo del Mercado, Hortigüela, Mecerreyes, Puentedura, Quintanilla del Agua  y Santa Inés. En definitiva, un mundo repleto de historia.

 

 

GALERÍA

 

Fotografía cedida por D.O.ARLANZA

www.arlanza.org

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