La Denominación de Origen Arlanza es uno de espacios naturales premiados por la fuerza y la personalidad. Precisamente el río Arlanza riega una tierra con unas características minerales y climatológicas que confieren sabor reconocible y calidad a sus potentes vinos marcados por las variedades de Uva Tinta del País o Tempranillo. Reminiscencias ancestrales en la elaboración acompañadas por la personalidad de unos vinos que también es posible disfrutar en la gastronomía de la comarca y en la arquitectura con un valor paisajístico y monumental espectacular.

 

LA RUTA DEL ARLANZA

No tiene pérdida, al sur de Burgos y al este de Palencia, el río Arlanza surca orgulloso terrenos de viñedos ancestrales, sabinares y campos de girasoles para cosechar unos vinos con temperamento y personalidad propios. «Más de 450 hectáreas de viñedo, situados entre los valles medio y alto del Arlanza, la sierra de Covarrubias y los páramos del Cerrato, todo protegido por la Denominación de Origen Vitivinícola Arlanza. Esta comarca va ganando poco a poco merecido protagonismo en el mundo de la enología». Una uva cosechada bajo grandes contrastes térmicos, causantes de que el vino de esta Denominación de Origen esté cargado de intensos sabores y aromas. Una ruta que se completa con una gastronomía basada en la carne del cerdo, la pesca de río o las setas.

 

VINOS INTENSOS

Los frutos de estas viñas sometidas a una climatología de grandes contrastes térmicos se caracterizan por ser uvas de grueso hollejo, resistentes, cargadas de intenso aroma y color. “Vinos potentes que se pueden catar solos o como acompañamiento ideal de una gastronomía variada y muy sabrosa, obtenidos de la propia tierra. Los pimientos de Torquemada, las cerezas de Covarrubias, conocidas por su tamaño y exquisito sabor, las cebollas de Palenzuela o los afamados y excelentes quesos del Cerrato”.  La contundencia de los vinos de la D.O.Arlanza está en perfecta sintonía con los platos más típicos; “La gastronomía de la Ruta del Vino Arlanza está basada principalmente -como en toda Castilla- en productos procedentes del cerdo: morcilla, chorizo o picadillo. Si te adentras en nuestra tierra, el deleite llega con los más variopintos productos que ofrece la propia naturaleza como las truchas, los cangrejos, los caracoles de tierra y una gran variedad de setas y champiñones de origen silvestre. También  se pueden degustar los típicos estofados de liebre, conejo, perdiz y pichón, aderezados con especias de la zona como el tomillo, la salvia o el espliego. Sin duda el lechazo es uno de nuestros productos estrella, preparado en horno de leña o a la brasa”. Otra sugerente parada gastronómica en Arlanza deberían ser los ricos dulces que es posible adquirir en muchos de sus centenarios conventos o monasterios elaborados de forma artesanal. Imprescindibles los hojaldres, las trufas, las pastas o los licores de hierbas. Todo ayuda para que este paseo gastronómico culmine con un delicioso sabor de boca en una Denominación de Origen con mucha personalidad.

 

GALERÍA

 

Fotografía cedida por D.O.ARLANZA

www.arlanza.org

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