ANGELITA es pura inspiración gastronómica. Por muchos motivos, por muchas razones en este espacio luminoso y mágico junto a la Gran Vía siempre encontramos alguna grata sorpresa. Lo que sorprende de ANGELITA no es que tenga más de 700 referencias en vino. Que sorprende. Ni que sea un espacio actual donde disfrutar de un cóctel de autor en una atmósfera divertida. Que lo es. Lo que engancha de este Bar de Vinos -con alma de bistrot y corazón vanguardista- es cómo los hermanos David y Mario Villalón cuidan al máximo cada detalle. Desde la elección de cada bodega hasta la carta, inspirada y basada en los productos de un huerto ancestral que trabajan sus padres. No en vano, este local lleva el nombre de su madre: ANGELITA. Y quizá por ello y por mucho más en este espacio se respira un ambiente especial. Cercano. Acogedor. Preciso. Con una cocina de esencias y sabores perfectamente acompasada con una bodega increíble. ANGELITA brilla con luz propia.
EN LA TRADICIÓN ESTÁ LA VANGUARDIA
ANGELITA es así. Y punto. Este Bar de Vinos, con un espacio bistrot y aires de una coctelería muy top es tan cambiante como su carta. Los hermanos Villalón traen una propuesta que sacude el Madrid más gastronómico. “El nombre rinde homenaje a nuestra madre. Nuestro anterior establecimiento se llamaba EL PADRE, por nuestro progenitor. Con este proyecto nos apetecía rendir homenaje a ella. Queríamos romper con el modelo anterior y pasarlo bien. Nace en Semana Santa de 2016. Teníamos claro que queríamos un bar de vinos y una coctelería en espacios diferentes y el mismo local”. Mario y David han conocido la hostelería muy de cerca. Desde pequeños. “Somos la segunda generación de hosteleros. Nos criamos en el restaurante. Nuestro ocio está destinado a conocer vinos y bodegas. Paisajes, regiones. Nos gusta tener contacto directo con proveedores y bodegas. Por eso queríamos impulsar nuestro propio bar de vinos con el sello de la familia”.
700 VINOS PARA ELEGIR
Uno de los pilares de ANGELITA es su bodega. “Tenemos unas 700 referencias de vinos. Ofrecemos además una carta estacional con unos 75 por copas. Son vinos de bodegas con un uso artesano donde la tecnología está muy poco presente. También ofrecemos vinos naturales, sobre todo locales. Los que ofrecemos en carta por copa nos sirven como base de entrenamiento para engrosar la carta de vinos por botella. Un 50% trabajan en cultura biodinámica. Huimos de modelos que usan levaduras o enzimas. Buscamos un producto limpio”. La bodega inspira a ANGELITA. “Un 50% son vinos nacionales y el otro 50% de Francia o Italia, Eslovenia, Portugal, Georgia o República Checa. Son vinos con carácter. Para disfrutarlos, la barra ocupa un lugar fundamental: un rincón relajado donde tomar una copa de vino o estar unas horas disfrutando de maridajes llenos de sabor. Así es ANGELITA”. Y es en esta barra donde las tablas de quesos y chacinas se convierten en protagonistas. “Es muy de Bar de Vinos maridar el vino con fiambre, paté de campaña, el pastrami que elaboramos nosotros en el pueblo o nuestra selección de 30 quesos de pequeños productores”.
EL ORIGEN DE TODO
Los progenitores de David y Mario son el alma de esta carta. Trabajan desde hace años un huerto ancestral. En esta tierra crecen las verduras de ANGELITA. “Nuestros padres, Mª Ángeles Ferrero y Pablo Villalón, mantienen el huerto en un pueblo de Zamora. Es la inspiración de la carta. Todo lo que ellos producen llega una vez a la semana. Y con este producto trabajamos. También son recolectores de setas. Los níscalos o boletus de ANGELITA los recolectan ellos. Hay por tanto un contacto directo con el origen”. Una cocina saludable que en ANGELITA definen como popular. “Como los pimientos rojos asados en casa con sardina ahumada. Un producto sin conservantes que nace de una agricultura sin abonos no orgánicos, ni pesticidas. La oferta es muy variada. Hay elementos de otras culturas que se admiten como populares como el curry o el ceviche. Queremos que convivan con la herencia de nuestras madres. De aquí nace una carta muy cambiante aliñada con sugerencias del día o de la semana”. La ensalada de tomate es un clásico. “Imprescindible también el pisto. Una elaboración muy tradicional versionada por nosotros y presentado en cazuela de barro. Las cebolletas son otro de nuestros favoritos. A la brasa y servidas con romescu. No podemos prescindir de la pluma ibérica que llega de la sierra norte de Sevilla cocinada a la brasa. El producto es capital”.
LA VOCACIÓN HECHA CÓCTEL
Por la tarde, asoma la parte más canalla de ANGELITA. “La vocación del sótano es la coctelería”. Si David es el pilar de los vinos, Mario crea esos cócteles preparados con hierbas del huerto familiar. “Son combinados clásicos personalizados. Recuerdo que previamente a la apertura empleamos un domingo entero para llegar a nuestra versión del Pisco Sour. Son muchas las creaciones que conviven perfectamente con ese respeto por los clásicos. Nuestro trabajo del día a día va encaminado a crear recetas propias”. Hasta la coctelería busca el punto saludable. “ANGELITA GREEN es una parte fundamental de la carta. La mayoría sin alcohol y sin azúcar refinada. Tenemos un micro huerto detrás de la barra donde las hierbas del pueblo se van renovando cada semana. Si tomas un combinado con hierbabuena, está recién cortada. Cuidamos mucho el detalle: usamos tés para siropes base. En temporada de tomate la estrella es el Bloody Mary con tomate natural”. Los postres se dejan querer. Como ANGELITA. “Los elaboramos aquí: son una joya. Destacan la tarta de selva negra, la torrija y la mousse de boletus. Ambos de temporada. Otro de los favoritos: la tarta de manzana disociada con humo de canela”. En ANGELITA cuenta el producto. Porque los orígenes son la identidad de este Bar de Vinos que sabe mimetizarse con cada momento del día. Enamorarse de ANGELITA resulta fácil. Solo hay que dejarse llevar.
GALERÍA
Fotografía de Borja Gómez
ANGELITA
Reina nº 4.
28004 MADRID
Phone: 915 216 678
Horario: L. 20:30 a 02:00 / M-J de 13:30 a 02:00 / V-S de 14:00 a 02:30/ Domingo cerrado
Ticket medio: 45 euros.