La cocina mediterránea se fusiona en GUILLERMINA para dar lugar a una propuesta creativa, divertida y con un toque informal. El chef Guillermo Salazar dirige este  proyecto con identidad propia que se enmarca en el hotel Boutique The Pavillions Madrid. Con una  propuesta vital, fresca y desenfadada. Una carta variada y un ambiente para disfrutar a cualquier hora del día convierten este espacio en un lugar acogedor donde el disfrute es obligado.

 

CULTURA Y SABOR

GUILLERMINA abre sus puertas. El proyecto, ubicado en The Pavillions Madrid, es una apuesta por la fusión. “Nuestra carta propone alta cocina mediterránea con originales toques fusión. Una experiencia para vivir en un lujoso e innovador hotel boutique de veintiocho habitaciones localizado en el barrio de Chamberí”. Guillermo Salazar es el chef ejecutivo del restaurante. “Ofrecemos alta cocina mediterránea con originales toques asiáticos en un entorno único ya que el hotel alberga una sucursal de la prestigiosa Galería Álvaro Alcázar exponiendo sus obras en habitaciones y zonas comunes. Es un plan perfecto para una escapada en pareja o un viaje de trabajo”. Nueva York, Venezuela, Andalucía. Sabores del mundo en la maleta de este chef que derrocha juventud y experiencia. “La carta de GUILLERMINA es un fiel reflejo de mi trayectoria. Es una apuesta con la que me identifico totalmente. Platos con una base de producto español de la mejor calidad, pero siempre con guiños a otras cocinas internacionales como la asiática, en concreto la coreana y japonesa, pero también a la alta cocina americana contemporánea”.

 

NUEVA YORK Y ANDALUCÍA, DE LA MANO

Es la de GUILLERMINA una propuesta de contrapuntos. Donde las raíces andaluzas de su chef surcan los 5 continentes. El resultado: “Entre los entrantes no faltan clásicos españoles como el jamón ibérico de Guijuelo, las anchoas de Santoña o los mejillones en escabeche; pero siempre con divertidos toques fusión. Por ejemplo, el pulpo se sirve con un aliño Thai Kimchi y aceite verde; o las gyozas más castizas, rellenas de callos a la madrileña. Destaca la ensaladilla rusa de centollo con mayonesa de marisco”. En línea con su carácter cosmopolita, la carta de GUILLERMINA incluye una sección de RAW BAR,muy típica en los restaurantes neoyorquinos. La de GUILLERMINA incluye ostras Gillardeu al natural o con aderezo francés; tiradito de corvina con lima, piparras y un condimento japonés; o uno de los platos estrella de la carta como el steak tartar de solomillo, con una base de chiles de Corea del Sur llamada Gochujang, dos verduras daikon y tupinambo, que sorprenden al paladar”. Entre los platos principales “destacan los pescados como el salmón cocinado de manera muy ligera glaseado en una reducción de sidra y con un glaseado de trocitos de avellana tostada, sobre una base de pisto de verduras de temporada; o la lubina servida con curry de calabaza sobre una base de col y acompañada de huevas de trucha. En el apartado de carnes encontramos el pollo cocinado a baja temperatura que se sirve acompañado con hummus, quinoa y verduras; o el lomo bajo de 30 días de maduración, con apio y trufa”. Una cocina en definitiva vital y sabrosa que sabe viajar con personalidad.

 

MUY URBAN. MUY GUILLERMINA

En GUILLERMINA hay un momento para todos. “Quienes quieren cuidarse podrán optar por las propuestas más frescas y ligeras como la ensalada de tomate rosa con aguacate, aceitunas y queso feta o la ensalada de kale con croutons, zanahoria y parmesano. Los más golosos en cambio disfrutarán con la cremosa pannacotta con Campari y naranja o el irresistible chocolate, con toffee salado y aceite de oliva. Aunque también hay postres más ligeros como el yogurt con zanahoria y lima o las fresas servidas con vinagre de Jerez, nata y vainilla”. Además el espacio es tan abierto como su cocina. “Hemos trabajado para que responda  a la filosofía cosmopolita de GUILLERMINA. Para ello, el patio del hotel ha sido totalmente acondicionado con techo retractil y decoración vegetal para convertirlo en un oasis a dos minutos del bullicio de la Plaza de Colón. Las paredes de acabado industrial servirán como marco para obras de arte de primer nivel, seleccionadas especialmente para el espacio por el prestigioso galerista Álvaro Alcazar”. El arte resulta alcanzable en este restaurante. En línea con el hotel The Pavilions Madrid de ser en una verdadera galería de arte, las piezas artísticas que decoran las paredes de GUILLERMINA también irán cambiando con el tiempo. El estudio Marincola, responsable de la reforma, ha logrado un ambiente urbano, pero acogedor que disfruta de mucha luz natural que va cambiando a lo largo del día. Las mesas de mármol blanco, los confortables sillones de terciopelo granate y los cómodos bancos corridos son perfectos para disfrutar una velada entre amigos”. GUILLERMINA es lo que tiene. Que encandila.

 

GALERÍA

 

Fotografía cedida por GUILLERMINA

GUILLERMINA

C/ Amador de los Ríos nº3

28010 MADRID

Phone: 913107500

Horario: L-D. 7.30 a 23.00

Precio medio: 30 euros.

www.guillerminamadrid.com

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