Cuando Quique Arias decidió poner en marcha LA BICICLETA, el proyecto estaba madurado en sus cimientos. Nos encontramos ante un buen resumen vital, que tiene un trayecto marcado por Londres, Amsterdam y Berlín con el nexo común e imprescindible de la bicicleta como estilo de vida. No es un espejo de unas simples aficiones; es el pulso dinámico de la vida misma en pleno Malasaña, en la sugerente Plaza de San Ildefonso.

 

UN PROYECTO QUE TRANSICIONA

Cuando le preguntamos a Quique qué es LA BICICLETA, nos responde con una seguridad absoluta: «Es muy difícil resumirlo en una simple palabra. Es un espacio que es muchas cosas a la vez. Se transforma y transiciona a lo largo del día. Es un espacio informal entre una cafetería y un bar, donde la bicicleta es parte de nuestra vida, de nuestro estilo de vida. Tiene un poco de todos. De Londres nos acordamos de Look Mum No Hands, un lugar emblemático en Old Street; de Berlín nos hemos quedado con esa capacidad que tienen de reciclar lugares abandonados, esa estética que nos encanta; de Amsterdam, lógicamente la utilización real de la bicicleta como elemento de transporte en la ciudad». Y además a todo lo dicho hay que sumar otra característica indispensable en LA BICICLETA: ser un workplace donde se puede trabajar a cualquier hora del día. Decenas de ordenadores pueblan mesas altas y bajas durante el día. Ambiente cosmopolita, universitarios, ejecutivos y emprendedores se codean en un entorno multicolor  de un local en el que la luz natural lo llena todo. «LA BICICLETA, después de más de tres años, se ha convertido en el proyecto diseñado desde el principio», nos dice Quique. «Antes por mi profesión, me gustaba mucho trabajar en bares y cafeterías, a horas poco habituales. Siempre pensé que era necesario un sitio así. Y el proyecto lo hemos sacado adelante tal como lo pensamos desde el principio». Lo previsto se ha cumplido.

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Trabajando en una de las zonas dedicadas al work place

ATMÓSFERA MÁGICA

En LA BICICLETA tenían muy claro que era algo diferente. En este aspecto Quique Arias nos dice: «Nuestro concepto es nuevo. No existía nada igual. Hemos querido ver la hostelería de otra manera. Es complementaria con otros proyectos. Pero tenemos claro que a los clientes hay que ofrecerles otras cosas. Hay nuevas formas de hacer hostelería. Y eso es lo que intentamos hacer desde LA BICICLETA». La realidad es que este proyecto por encima de todo tiene una atmósfera especial: «Es una atmósfera mágica. Para mí es una de las grandes aportaciones. Venir a LA BICICLETA por la mañana, por la tarde o por la noche es siempre diferente. Son como lugares distintos que a cada hora del día tienen su ambiente y su gente, siendo siempre el mismo. LA BICICLETA tiene sus pequeñas contradicciones. Son parte de la esencia. Pueden estar siete personas charlando y tres trabajando en silencio. Nadie molesta a nadie. Y también nos gusta mucho que la gente pueda venir sola. Estar en una esquina tomando un café y leyendo. La soledad no molesta, es bienvenida». Y esa es sin duda la imagen de LA BICICLETA: unos amigos charlando en un rincón, tres personas más trabajando en sus ordenadores en un silencio absoluto, otra leyendo en un rincón o dos más charlando sin conocerse en la barra de la entrada. LA BICICLETA es un local de referencia, donde se acude a estar, a charlar, a trabajar, a buscar compañía o a tomarse una copa. Ese era el proyecto y esa es la realidad. Quique nos lo dice: «Me encanta el espíritu Cheers, poder acudir a un local y saber que siempre vas a estar con gente charlando o tomando algo». Y ciertamente, al entrar en LA BICICLETA eres siempre bien recibido, ambiente abierto, divertido y, al mismo tiempo, respetuoso con quien simplemente quiere tomar un café -muy bueno por cierto- y seguir hacia otra parte.

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Zona de entrada de LA BICICLETA

CAFÉ EXCELENTE. CAFETEROS CONVENCIDOS

Uno de los grandes puntos de referencia desde el principio en LA BICICLETA ha sido el café. La cafetera La Marzocco que preside la barra, es parte de la seña de identidad del local y es señal evidente de que el café se cuida y se elabora con todo el esmero del mundo. Para empezar la cafetera en sus inicios se adquirió a través de un sistema de crowdfunding con la idea de ser independientes de todos. De hecho, el café que se ofrece llega de un excelente microtostador de Barcelona: El Magnífico, que con tanto acierto lleva Salvador Sans. Todo se lleva con exquisito cuidado con baristas profesionales. Un blend específico; orígenes que van rotando. Leche fresca, de avena y de soja. Distintas presentaciones de cafés. En fin, LA BICICLETA es una de las referencias cafeteras de la ciudad. «Nosotros no somos un coffee córner, sin más. Los hay muy buenos. Nosotros tenemos más cosas, pero desde el luego el café forma parte de nuestro proyecto. Y es un café tan bueno como el mejor. Nos parece sensacional que esté subiendo el nivel cafetero de Madrid y nosotros formamos parte de ello. Sabemos que forma parte de nuestro trabajo el educar a los clientes hacia el buen café y eso es buenísimo».

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Rincón de LA BICICLETA

LA GASTRONOMÍA PISA FUERTE

En LA BICICLETA, tienen claro que no es un restaurante. «No somos un restaurante, ni nunca quisimos serlo. Aunque lógicamente la gastronomía forma parte de nuestro proyecto. Hasta ahora nos movíamos con buen producto y siempre orientado a picar o comer algo a cualquier hora del día. No queremos horarios tradicionales. Nos hemos movido entre sandwiches, tostas, quesos, jamón y ensaladas.  Además de un buen brunch los fines de semana.Teníamos muy clara nuestra oferta. Ahora estamos en un momento de transición; se ha unido a nosotros un gran cocinero, Guillermo Galiana, que estaba en Palma de Mallorca. Ha estado también en Londres, y su gran pasión es la fusión: Asia, Estados Unidos, Latinoamerica. Y estamos cambiando. Le vamos a dar una vuelta grande a la cocina. Para empezar tenemos a diario el Especial Perucha. Es el plato del chef que pueden ser tacos, ceviches, sandwiches de autor o un perrito diferente. Y desde ahí vamos a trabajar. Es un gran fichaje y ya se está notando. Además estamos entrando en el mundo del «street food» y creo que pronto tendremos muy agradables sorpresas». Y la realidad es que la mano de Guille, como le llaman todos, es magistral. Una cocina fusión, con fuertes sabores, intensa en su elaboración, pensado todo al detalle. Es una gran descubrimiento este joven chef que tiene mucha ilusión y un excelente buen hacer. La aportación en la cocina de LA BICICLETA de Guillermo Galiana ya se nota y más que se va a percibir y a disfrutar.

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La llega de Guillermo Galiana ha significado un cambio gastronómico importante

LA BICICLETA RAZÓN DE TODO

Y hablar de LA BICICLETA, sin hablar del elemento de transporte que le da nombre es imposible. No es un nombre simbólico, más o menos sugerente o romántico. Es un homenaje real y diario a una forma de vida; a una manera de entender la relación con el entorno ciudadano, es una petición constante de que LA BICICLETA tiene que tener un hueco real en nuestras ciudades y en este caso en Madrid. «Son muchas las actividades que organizamos.Nosotros o con la colaboración de otros. Exposiciones, charlas, conferencias, debates». «LA BICICLETA es un centro de actividad ciclista y desde luego que se mueven muchas iniciativas. Es una plataforma». Actividades que aparecen constantemente en su página de Facebook.  El ambiente de LA BICICLETA así lo indica: bicicletas, zona de arreglos, imágenes históricas de gestas ciclistas, nombres y referencias de la historia del ciclismo, libros y recuerdos de las dos ruedas. Un lugar donde se vive la bicicleta de forma vital y constructiva. Una apuesta por la bicicleta. ¡Merece la pena!

 

GALERÍA

 

Fotografía: JOSÉ MARTÍN-SERRANO

 

LA BICICLETA. Cycling café and workplace.

Plaza de San Ildefonso nº 9

28004 MADRID

Phone: 915329742

Horario: De 10:00 a 2:00

Cocina abierta todo el día. Todo abanico de precios

www.labicicletacafe.com

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