TARAMARA se presente cada día como un apasionante viaje gastronómico. Con una propuesta que arranca en la tradición, en el guiso y en la cuchara nos conducen por otros mundos de sabores, de sensaciones, de equilibrios y de contrastes. Una cocina donde el producto es la esencia. Sin él no se entiende nada. Sobre él se construye todo. Siempre protagonista en unas elaboraciones sabrosas, sorprendentes, vibrantes. En TARAMARA cada bocado está pensado para disfrutar plenamente. No sobra nada. Cocina sin adornos. Gastronomía esencial y viajera en una armonía que cautiva. Recetas de la memoria adaptadas con una maestría que fascina. Cada plato es una historia de buena cocina. De cocina de verdad. Sorpresas muy bien dimensionadas en las que se encuentra siempre una aventura que merece la pena. TARAMARA es pasión. TARAMARA es criterio. TARAMARA es personalidad.

 

CRITERIO. PRODUCTO. SABOR

TARAMARA es cocina en estado puro. Como se puede leer en una leyenda que preside el espacio TARAMARA es: «Criterio. Producto. Sabor». Un proyecto de los hermanos HernándezSergio y Roberto– que llega después del rotundo éxito de LATASIA: una casa de comidas viajera que ha roto positivamente muchos moldes en el Madrid gastronómico. TARAMARA -ubicada en el Campo de las Naciones– iniciaba su andadura hace seis meses. «Es una propuesta con personalidad propia. Ciertamente tenemos puntos en común con LATASIA, pero son proyectos diferentes. Aquí en TARAMARA hacemos también una cocina con tradición más cercana a nuestro entorno. Y desde luego mantenemos esa esencia viajera que forma parte de nosotros. TARAMARA podemos decir que es un compendio de las vivencias de los dos. Es una demostración gastronómica de lo que hemos aprendido por nuestros viajes por medio mundo». Y es que Sergio y Roberto han trabajado en lugares tan dispares como Perú, Singapur, Filipinas, Malasia, Azerbaiyán o Indonesia. Un crisol de culturas y de esencias que en la cocina se transforman en una fiesta de sabores, de elaboraciones y de vitalidad. TARAMARA es vida. Una experiencia repleta de fuerza y de equilibrio.

 

PASIÓN POR EL PRODUCTO

En TARAMARA tienen muy claro un principio: «Cada bocado tiene que estar muy bueno. Y para eso el producto tiene que ser excelente. No hay que fusionar por fusionar, es más no nos gusta ese concepto. Hay que elaborar cada plato con criterio, buscando equilibrios y contrastes. Trabajando mucho cada sugerencia». Una cocina con criterio, viajera, global. Donde el producto siempre manda y los sabores ensalzan ese producto. «Con sabores que transmitan el fondo de cada receta. Para nosotros el producto es esencial, es la base de nuestra cocina. Una croqueta de jamón tienen que saber a jamón; una merluza de pincho tiene que ser de primera o una raya tiene que ser la mejor raya. Todo pasa por el mejor producto. Es el principio de todo». Además en TARAMARA existe una pasión evidente: «Los guisos. Nosotros hemos aprendido la cocina con guisos. Para nosotros es esencial. También la casquería y la legumbre. Los callos, los carrilleras, las patas. El garbanzo o una buena alubia de Tolosa son parte de nosotros».  Una propuesta que se vislumbra en muchas de las recetas que se pueden saborear en una impecable conjunción de matices.

 

UN LUJO GASTRONÓMICO

En TARAMARA encontramos una carta sugerente, abierta y en movimiento. Sabores y viajes. Guisos y tradición. Equilibrio y matices. Lejanía y cercanía. Exotismo y cuchara de toda la vida. Un lujo gastronómico cercano y vital. La carta es un reflejo de una cocina repleta de brillantez siempre con un gran producto. «Llevamos poco tiempo, pero hay platos que son intocables. ¿Cuales? La ensaladilla LATASIA. Los tacos de ternera al carbón con guacamole y crema agria. Las croquetas de jamón ibérico. El dim sum de gambas y curry rojo Thai. El pez mantequilla marinado y al horno, con causa y yuca frita. El ceviche LATASIA. La raya con curry rojo Thai y berberechos. La picaña de wagyu a la parrilla o el taco de bellota con tikka masala y arroz chaufa». Propuestas siempre con sorpresas y una creatividad medida. Fueras de carta diarias que entusiasman por su variedad. Raciones generosas que ayudan a compartir. Ahora con el cambio de temporada llegan también novedades como por ejemplo «un rollito vietnamita con rabo de toro elaborado con un guiso chino. Un choripán en un muffin inglés que hacemos nosotros y que lleva chorizo criollo y huevo de codorniz. Un salmorejo de tomate verde con caballa marinada, perfecto para la época de más calor. Y también el que se conoce como el Bocado de la Reina. Es nuestro solomillo del carnicero. Vamos a hacer con él un saltado chifa, lleva salsa china, salsa peruana y ají amarillo». Los postres siempre caseros como «la torrija de brioche caramelizada; la tarta de zanahoria con bizcocho de zanahoria, crema de zanahoria dulce, crema de queso y yogurt búlgaro; el milhojas de frambuesa, la tarta de chocolate con una base de cookies o el cubo de helado casero de vainilla con sus toppings que es muy divertido e interactivo para los clientes». La bodega de TARAMARA es armónica con el proyecto. «La lleva mi hermano Roberto. Guarda coherencia con todo lo demás. Un 70% son bodegueros jóvenes, etiquetas nuevas y sorprendentes. El resto son referencias clásicas. Siempre buscamos esos equilibrios que ayuden a nuestros platos». Y es que en TARAMARA cada detalle es muy importante

 

AUTENTICIDAD ESENCIAL

La barra de TARAMARA tiene un carácter especial. Sabores de picoteo donde el resultado es también sorprendente. «La barra tiene alma propia. Las mesas altas han sido un gran acierto. Hay algunas propuestas especiales que siempre gustan como la bomba de patata con cochinita pibil y aguacate o los diferentes baos que vamos elaborando. Y los platos de cuchara que siempre tenemos en sala se pueden disfrutar en barra, así como otras sugerencias informales que son un éxito». TARAMARA es autenticidad. Es cocina de las esencias. «Sabemos que ofrecemos una experiencia que nuestro clientes vienen a buscar. Una experiencia diferente. Quieren ser sorprendidos. Y para ello es muy importante que todos se sientan como en casa». En TARAMARA «el equipo es muy importante. Al final es imprescindible saber transmitir a cada comensal la esencia de cada plato, de cada elaboración». El nombre de TARAMARA no obedece a nada especial. «Teníamos varios nombres, buscábamos algo llamativo, que se quedara. Y al final fue el nombre elegido». En la decoración encontramos la firma de Lab Matic Estudio que ha sacado el máximo partido. «La distribución y la decoración reinciden en la idea de mezclar tradición con fusión, lo retro y lo cosmopolita, sin dejar de lado la comodidad». Tres espacios muy marcados. «La zona central que recibe al comensal está presidida por la barra. A un lado, el salón principal, decorado con muebles originales de los años sesenta, una chimenea y madera de nogal al estilo de un club privado; al otro, un tercer espacio más intimo, con vistas a la cocina abierta». TARAMARA es -en definitiva- un encuentro apasionado con los orígenes de la mejor cocina. Esencias y viajes en una propuesta de excelente cocina.

 

GALERÍA

Fotografía cedida por TARAMARA y de Ceviche de Sandía

TARAMARA

 Av. de los Arces nº11

28042 MADRID

Phone:  910 58 11 21

Horario: M-J 13:00 a 0:00/ V-S 13:00 a 1:00/ D. 13:00 a 16:30

Precio medio: 35 euros

www.taramara.es

 

 

 

 

 

 

 

 

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